KIA se está hinchando a vender coches. Este éxito no encierra un gran secreto, sino una fórmula magistral que combina ingredientes infalibles: estampa vistosa, precios competitivos y un nivel de calidad avalado por siete años de garantía. La receta vuelve a repetirse ahora en el Stonic, interpretación de turismo enaltecida por un sugestivo diseño con afinidades SUV. El resultado es un coqueto utilitario con atuendo campestre y vocación urbana, un mestizo que a priori encaja como un guante en los gustos actuales de la clientela. Kia lo anima con mecánicas diésel (110 CV) y gasolina (84 y 120 CV) empleadas en otros modelos. Lo pertrecha con bastante generosidad y amortigua su precio (desde 12.919 euros) aplicando un descuento y una rebaja adicional por financiación.

Los responsables de la más europea de las marcas asiáticas confían en superar este año las sesenta mil unidades en el mercado español. El ritmo actual de matriculaciones pone a tiro ese objetivo, que consolidaría a Kia en el top ten hispano tras una espectacular progresión de ventas. La firma surcoreana empadronada en Eslovaquia, que acumulaba 18.000 clientes en 2012, consiguió más de cincuenta y un mil el pasado año. Además, se ha convertido en la tercera marca en el canal de particulares.

La clave de tal prosperidad se encuentra en un heterogéneo catálogo con diez referencias. Destaca en ese reparto el SUV Sportage, favorito indiscutible del público, que atrae a los concesionarios a uno de cada tres compradores. El nuevo Stonic también despierta grandes expectativas. Aterriza con la ambición de colocar en el mercado unas diez mil unidades por temporada, que es lo que matriculan en la actualidad el Rio y el Ceed. Ambos se verán sensiblemente afectados por el nuevo lanzamiento, que compite por el mismo tipo de público. Los responsables de la firma estiman que esa canibalización comercial restará unas ochocientas unidades por año al primero y hasta dos mil al segundo.

El Stonic discurre por un territorio del mercado cada vez más transitado. Es la parcela que ocupan los SUV compactos, un nicho en el que comienzan a proliferar recreaciones de turismos con indumentaria boy scout. La propuesta de Kia es pionera de una última hornada integrada por su primo el Hyundai Kona, el SEAT Arona, el Citroën C3-Aircross y el Opel Crossland. Son los nuevos rivales de productos tan consolidados como el líder Renault Captur, el Peugeot 2008, el Nissan Juke, el Fiat 500X o el Ford EcoSport. Todos estos pretendientes conforman el emergente segmento SUV-B, el que más adeptos conquista hoy. Este ejercicio contabilizará casi 126.000 matriculaciones en el mercado español y 1,1 millones en el europeo; los expertos estiman que para 2020 acumulará 153.500 ejemplares, alcanzando 2 millones en toda Europa.

RECORTADO. Al igual que sus rivales directos, el candidato de Kia presenta proporciones armoniosas pero contenidas. Ocupa solo 4,14 metros de largo, 1,76 de ancho y 1,52 de alto. Es, por tanto, apreciablemente más escueto que el Niro: mide un palmo menos y es tres centímetros más estrecho y bajo; también tiene 12 centímetros menos entre ejes (2,58 metros). No obstante, las comparaciones no deben establecerse con este SUV sino con el Rio, sobre cuya plataforma se alza el Stonic. Muestra una habitabilidad semejante a la del turismo hermano. Eso significa que es un automóvil razonablemente amplio y cómodo para cuatro adultos (tiene 332 litros de maletero), que viajan en una posición levemente más alta.

El disfraz de estilo todoterreno, que reviste con protecciones de fibra su contorno y aumenta ligeramente su separación del piso, confiere al nuevo Kia un innegable gancho estético; también un puntito de impostura. En realidad, su conducción y la posición al volante se asemejan más a las del Rio que a las del Niro. Eso por no mencionar sus capacidades dinámicas, impecables en escenarios urbanos y en carretera, aunque muy disminuidas al otro lado del arcén. El Stonic no es ni pretende ser un coche para el campo. De hecho, al igual que la mayoría de contendientes, descarta de su muestrario la posibilidad de tracción 4x4.

La naturaleza más cosmopolita que rural se percibe en la puesta en escena de la cabina, donde nada sugiere estar a bordo de un crossover. El repertorio del modelo contempla tres definiciones de producto consecutivas, que permiten jugar con el colorido en la decoración interior y en la pintura exterior, incluyendo combinaciones cromáticas bitono para la carrocería.

La tarifa del Kia Stonic comienza en los 12.919 euros que reclama la variante más asequible, con motor gasolina de 84 CV y acabado Concept. Alcanza esa cifra tras computar el descuento inicial (2.000 euros) y la promoción por financiación (1.455 euros), que una vez aplicado el IVA suponen una rebaja lineal conjunta de 4.181 euros. Esa bonificación hace que la versión 1.0 de 120 CV parta de 14.669 euros. El modelo con motor gasóleo cuesta entre 15.869 y 18.619 euros, dependiendo del acabado.