MADRID. María Torres, responsable de marketing de la multinacional catalana Entres D, ha presentado lo que ya es una realidad: las guitarras eléctricas impresas en 3D.

Sin desmerecer en la calidad de sonido a una guitarra eléctrica tradicional, la empresa catalana espera comercializar un centenar en un año, a partir de los 300 euros y con diseños personalizados. Torres explicó que una de las ventajas es que permite que los usuarios puedan empezar a tocarlas antes, por ejemplo, debido a que van a ser construidas con un diseño único y a la medida del usuario.

Otra ventaja es que los diseños son intercambiables y se pueden combinar. Esto significa que con un solo cuerpo de guitarra se pueden tener varias carcasas y cambiar así su apariencia cada día si se desea. Cada guitarra se compone principalmente de dos elementos: el mástil (en madera) con la parte electrónica y las piezas de la carcasa impresas en plástico ABS. El cuerpo de la guitarra no varía y va lacado en color negro para poder combinar con la gama de colores de la carcasa, que serán rojo, azul, verde, amarillo y negro.

La cascasa se compone de ocho piezas que vendrán en un paquete aparte para que el cliente las monte (simplemente atornillarlas al cuerpo de la guitarra), y de esta manera tener la posibilidad de obtener diferentes juegos y poder combinarlos. Sólo hay que dejar volar la imaginación para personalizar la carcasa con diferentes materiales (por ejemplo, plástico con apariencia de madera), colores fuera del catálogo básico o incluso leds en el interior que harán que la guitarra cambie de color con el ritmo de la música.