EL estreno del Kodiaq permite a Skoda seguir escalando posiciones en el mercado. La marca checa se deja llevar por la inercia de la moda e interpreta con acierto uno de los proyectos SUV del consorcio Volkswagen. El desenlace es un resultón y fiable multiusos, que aprovecha sus notables proporciones (mide 4,7 metros de largo) para erigir una desahogada cabina con hasta siete plazas. El nuevo aspirante se postula con contrastadas mecánicas del grupo alemán -unidades de gasolina con 125, 150 y 180 CV, así como TDI de 150 y 190-, vinculadas a tracción delantera e integral, a transmisión manual y automática DSG. La variante más asequible reclama 25.140 euros y la más completa 41.420.

El Kodiaq es un producto mestizo, acorde a lo que demanda hoy el público. Tiene cuerpo e incluso ciertas maneras de todoterreno, espíritu familiar y vocación de servicio, características que propician la sintonía con las inquietudes de un sector creciente de la clientela. Esas cualidades lo convierten en un candidato ideal para quienes buscan un modelo sugestivo y versátil, capaz de dar la talla en desplazamientos cotidianos y en momentos de ocio.

No es un alpinista puro, pero propone variantes que se desenvuelven con mucha soltura en pistas sin asfaltar. No es una berlina de representación, pero puede competir con algunas de las mejores en empaque, dotaciones tecnológicas y confort de marcha.

Su relativa corpulencia -alcanza 4,7 metros de largo, 1,88 de ancho, 1,68 de alto y 2,79 de batalla- hace posible habilitar una espaciosa cabina. Está disponible en variantes de cinco y de siete asientos (la fila adicional supone un sobrecostes de 850 y 880 euros, según la versión). La alternativa de mayor aforo reduce a 560 litros la capacidad récord de la primera (650 l.).

Los movimientos del Kodiaq competen a la labor de un abanico de probados motores procedentes del banco de órganos de VW. Integran esa oferta tres bloques TSI de gasolina, 1.4 con 125 y 150 CV y 2.0 de 180, además de dos variantes del 2.0 TDI, con 150 y 190 CV. Son unidades que dejan atrás a buena parte de la competencia gracias a su perfecto equilibrio entre brío y austeridad. Remiten su energía a las ruedas delanteras o las cuatro (salvo el 125 CV), para lo que se sirven de un sistema 4x4 de conexión automática. El tipo de transmisión, manual o automática, va en función de la combinación de motor y tracción elegida.

El Kodiaq muestra una puesta en escena interior bastante cuidada. Su diseño no es especialmente innovador, pero sí convincente debido a la estimable calidad de los materiales y a la precisión con la que han sido ensamblados. Skoda aplica a este modelo tres niveles de acabado. Las razonables dotaciones que comporta la terminación básica Active se van incrementando paulatinamente en el Ambition y el Style. La clientela más exigente y solvente dispone, asimismo, de un amplio listado de opciones, avanzados recursos de seguridad y confort con los que completar el equipamiento del modelo.