Kiev - Italia y Portugal han llegado a la final de Eurovisión 2017 como los grandes favoritos, salvo sorpresas, para la gala que albergará hoy el Centro Internacional de Exposiciones de Kiev.
Así, sólo Bulgaria, Suecia y Armenia se atreven a soñar con revertir los pronósticos de las casas de apuestas, que en Eurovisión suelen acertar, eso sí, con alguna excepción. Finlandia y Estonia, que figuraban en la primera quincena de favoritos, se cayeron de sus respectivas semifinales pero por lo demás las casas de apuestas han acertado con casi todos los candidatos.
Eurovisión no revela cómo puntuaron los veinte países que sí superaron el corte en las dos semifinales y que se encontrarán en la final con la anfitriona Ucrania y los cinco fundadores que pasan directamente (España, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia).
El italiano Francesco Gabanni es el gran favorito con su Occidentali’ s karma (El karma de los occidentales), un superéxito de corte electropop con el que ganó la última edición de San Remo y que se ha convertido en un fenómeno mundial, con más de 110 millones de reproducciones en YouTube.
Por otro lado, las casas de apuestas le sitúan a años luz del resto de los aspirantes y los críticos coinciden en que el ritmo pegadizo de su canción y la puesta en escena, con un gorila bailando a su lado, están hechos a la justa medida para llevarse el gato al agua.
un ‘tapado’ Sin embargo, la gran sensación es el portugués Salvador Sobral, cuyo Amar Pelos Dois (Amor para dos) es la apuesta de muchos periodistas especializados y también de algún que otro participante, entre ellos el español Manel Navarro. Las reacciones en las redes sociales, que estallaron en aplausos tras su actuación en la primera semifinal, hacen prever que su peculiar forma de actuar -con movimientos y mímica irrepetibles- se ha ganado los corazones de los eurofans, que podrían darle la victoria en el televoto.
No obstante, el nuevo sistema de puntuación estrenado el año pasado, en el que las notas de los espectadores y del jurado profesional pesan a partes iguales en la calificación final, podría perjudicar a los favoritos del público, como sucedió en la pasada edición de Estocolmo. Entonces fue Rusia quien ganó el televoto pero gracias al jurado la victoria fue de Ucrania con una canción de tintes políticos, en la que Jamala trató la deportación de los tártaros de Crimea por parte de la URSS en la II Guerra Mundial. Si ya entonces se vio politización en un concurso que se declara apolítico, este año el conflicto entre Rusia y Ucrania vuelve a sobrevolar Eurovisión.
sin rusia Las autoridades ucranianas prohibieron la entrada en el país a la candidata rusa, Julia Samóylova, por haber actuado en Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Los rusos boicotearon el concurso y no votarán hoy, pero su numerosa comunidad diseminada por Europa ya tiene favorito: es el búlgaro Kristian Kostov, que nació y vivió hasta hace poco en Moscú y que llegó a la final de un popular concurso de canción infantil en Rusia. Kostov, de 17 años, es de los pocos que podrían dar la campanada, junto con Armenia y Suecia, que cierran la lista de los cinco favoritos. Los críticos destacan de su balada Beautiful mess (Hermoso desastre) tanto el poderío vocal del intérprete como su sobria pero atractiva puesta en escena.
La representación del sueco Robin Bengtsson ha sido colocada por los expertos entre las mejores de esta edición, mientras que la armenia Artsvik subió en las apuestas hasta el top 5 tras una impecable actuación en la primera semifinal, con una sincronización de movimientos digna de un videoclip. Bélgica, Australia, Dinamarca, Azerbaiyán, y en menor medida Israel, son las candidaturas a las que también habrá que prestar atención. Manel Navarro, que actuará en el puesto 16 tiene pocas posibilidades de quedar entre los diez primeros, al menos según las apuestas.
La 1 de Televisión Española emitirá la gala final a partir de las 21.00 horas.