madrid - Vicente Vallés (Madrid, 1963) ha cubierto elecciones presidenciales de Estados Unidos desde los años noventa. Su experiencia, que recogió en un libro, le hace asegurar que la prensa libre continuará existiendo durante el mandato de Donald Trump y seguirá cuando se haya ido. Comenzó en la radio, pero prácticamente toda su vida profesional ha sido en televisión. ¿Es el medio que más le interesa?

-Mi ilusión era trabajar en la radio, pero surgió una oportunidad de probar en televisión, lo intenté y descubrí un mundo profesional nuevo y lleno de opciones. En la televisión me siento en mi hábitat natural. Contar noticias con imágenes es difícil de superar. Pero creo que tengo una deuda pendiente con la radio. Y si en el futuro surge la ocasión, quizá la salde.

¿Cómo ha cambiado la información televisiva en los últimos 30 años?

-La televisión ha avanzado muy rápido, y lo sigue haciendo. Las mejoras tecnológicas nos permiten trabajar cada vez más rápido y llegar a cualquier sitio. Con estas posibilidades, lo que debemos hacer los periodistas es ponernos el listón de la calidad informativa cada día un poco más alto.

Ha trabajado en cadenas públicas y privadas. ¿Qué aprendió en ellas?

-Mi experiencia no ha sido muy distinta en unas y en otras. He tenido la suerte de trabajar con periodistas a los que admiro y de los que he podido aprender mucho.

Ha sido director y presentador de noticias, moderador de debates, jefe de secciones informativas... ¿Con qué se queda?

-Con todo. Es difícil elegir. Disfruto mucho con la tensión informativa de un programa de noticias diario, como el que hago ahora. Pero también me encanta el análisis reposado en los programas de tertulia.

Ahora dirige y presenta Noticias 2 de Antena3. Convénzame de que vea su informativo y no otro a las 9 de la noche.

-Nos distinguimos por una forma particular de contar las cosas. Tratamos de hacer algo que es muy periodístico: poner las noticias en su contexto, no sólo decir que hoy se ha aprobado una ley en el Congreso, sino explicar por qué y qué va a suponer para los ciudadanos. Más que intentar convencerle, voy a darle un consejo que repito a menudo: si está interesado en las noticias, durante una semana haga el esfuerzo de ver todos los informativos. Y a partir de ese día vea el que más le haya gustado.

¿Hasta dónde se puede llegar por tener más audiencia?

-En el caso de los periodistas, hasta hacer el mejor informativo posible cada día. Siempre hay nuevas y mejores formas de contar las noticias. Siempre hay que renovar nuestras ideas, sin olvidar que los informativos son para contar noticias.

Ha sido premio Ondas 2016 al mejor presentador de TV por su rigor en los debates electorales. ¿Qué le preocupa más de un debate: que falle la parte técnica, que los candidatos se falten el respeto...?

-Lo más importante es que sea útil para los votantes. Y, en parte, esa es una responsabilidad de los moderadores, que tienen que plantear las preguntas y repreguntas.

Ha cubierto las elecciones presidenciales estadounidenses desde 1992 y acaba de publicar ‘Trump y la caída del imperio Clinton’. ¿Cómo es la relación entre los medios y los presidentes norteamericanos?

-Tensa. Y así debe ser. El interés de los políticos es la propaganda, y el de los periodistas es la información. Siempre habrá tensiones, pero es algo normal en una sociedad democrática.

¿Qué diferencias y parecidos hay entre la prensa política estadounidense y la española? ¿Y en los periodos electorales y los debates entre candidatos?

-Como en todos los países, se hace buen y mal periodismo; hay medios mejores y peores. Pero hay algo que admiro de la tradición periodística americana: un medio puede ser más cercano a los republicanos o a los demócratas, pero, si es un medio de calidad, será crítico con cualquiera de ellos cuando crea que está justificado.

¿Qué papel han tenido los medios en la campaña y la victoria de Trump?

-Los medios tradicionales e Internet han tenido un efecto multiplicador en la ya conocida capacidad comunicativa de Trump. Era el candidato que más audiencia generaba, y los medios no podían ignorar esa realidad.

¿Cómo interpreta los ataques de Trump a los medios?

-Está haciendo lo que toda su vida: si un medio habla bien de él, sus periodistas son objetivos y muy profesionales. Si dicen algo que no le gusta, entonces son manipuladores y dan noticias falsas.

¿Y qué le parece que el presidente responda a cada polémica con un tuit? ¿Es la nueva política informativa de la Casa Blanca? ¿Habrá listas negras de medios y periodistas?

-Trump tiene la lista negra de periodistas en su cabeza. Pero no es el único. En política eso es muy común. También la tenía Obama, la tuvo Bush y la tuvo Bill Clinton. Y la lista negra de Clinton era muy larga.