Ford sustituye el Ka por el KA+. Parece simple, pero pocas veces el símbolo de la suma resulta tan elocuente. Lo que se podría interpretar como otra vuelta de rosca al mismo proyecto de automóvil es, en realidad, una transformación radical que solo respeta el nombre. La jubilación del coqueto y escueto antepasado procura un sustituto bastante menos atrevido desde el punto de vista formal, pero considerablemente más corpulento y versátil. La marca norteamericana extiende a Europa un producto originariamente reservado a mercados emergentes, es decir, un coche sencillo, fiable y asequible. El KA+, que utiliza la plataforma del Fiesta, puede optar a buena parte de sus recursos técnicos y propone versiones con 70 y 85 CV de un motor 1.2 gasolina. La ejecución menos pertrechada y costosa reclama 9.900 euros, cantidad que desciende a 8.850 euros con el descuento por financiación.
El KA+ se perfila como una opción de compra idónea para el sector más pragmático de la clientela. Es el que reúne a personas proclives a rentabilizar su desembolso y no a caer rendidas a la última moda. Las expectativas que genera ese espíritu práctico quedan colmadas por las cualidades del modelo, que parece destinado a ocupar el hueco de unas hipotéticas versiones básicas del Fiesta, reubicado algo más arriba.
De entrada, la edición contemporánea del Ka ofrece un plus de tamaño. Ford cambia la carrocería de cuatro puertas por otra más alta y larga de cinco accesos. El recién llegado alcanza 3,93 metros de longitud, por lo que es 31 centímetros más largo que su predecesor y apenas 4 más corto que el Fiesta actual. De hecho, todos los rasgos sugieren la comparación con este superventas hermano. Con él y con los Ford recientes comparte el elegante semblante que distingue al clan.
El KA+ es 27 milímetros más estrecho y 29 más alto que el Fiesta, con el que rivaliza en habitabilidad. Puede acomodar en su cabina a cuatro adultos de casi dos metros o a cinco de talla normal, además ofrece 270 litros de maletero (20 menos que el modelo superior). Distribuye por el habitáculo una veintena de huecos donde alojar pertenencias; destaca el situado en el centro del panel de instrumentos, que permite llevar a la vista, e incluso cargar, dispositivos portátiles (el teléfono o el navegador, por ejemplo). El diseño y la ambientación interior recuerdan al Fiesta precedente. La cabina adopta un tono más bien sobrio, pero transmite buenas sensaciones y sugiere una sólida confección.
La decisión de lanzar en Europa este automóvil, desarrollado en Brasil y producido en India, ha conllevado una profunda revisión del proyecto inicial. El objetivo de la misma era cumplir los estándares de calidad y seguridad aquí vigentes. A tal fin, el coche recibe un chasis construido con acero de alta resistencia; dicho material está presente en el piso, los travesaños delantero y trasero, los soportes del paragolpes delantero y las puertas de los pasajeros.
Las dotaciones de seguridad de serie incluyen seis airbags, así como sistema de control de presión de los neumáticos. Todas las interpretaciones de KA+ cuentan con un estimable bagaje de provisiones, el correspondiente al acabado Essential: elevalunas eléctricos delanteros y traseros, regulador eléctrico de retrovisores, volante de cuero con control de crucero, asientos delanteros calefactados, sistema de audio DAB, sensores traseros de estacionamiento, cristales traseros tintados y llantas de aleación de 15 pulgadas. La terminación superior Ultimate agrega aire acondicionado manual, sistema Ford SYNC de comunicación y entretenimiento activado por voz. La versión más costosa, equipada y potente del KA+ sale por 11.100 euros.