I ncombustible, viajero, original y premiado, el realizador y reportero Jokin Etcheverria ha apostado ahora por un docu-reality que presentó en primavera en el MIP de Cannes y en televisiones, distribuidoras y productoras. Un proyecto piloto que podría verse en Francia, Estados Unidos o la televisión vasca, ya que Jokin es políglota e intrépido y el formato del Happymeter puede adaptarse perfectamente a esas culturas. Máxime cuando en Estados Unidos la capacidad para ser feliz suele ser un plus a la hora de ser escogidos en los puestos de trabajo...

En realidad, Happymeter es una máquina que dialoga con el protagonista del capítulo y le ayudará a evaluar su grado de felicidad. Por ello se llama Game Show, además de que el candidato a ser Happymeter Pro Plus se filmará a sí mismo a lo largo del día en casa, en el trabajo, con los amigos... de modo que el selfie se incorpora al formato. Así lo hace Amaia Puertas, la protagonista del programa piloto que ha dado el pistoletazo de arranque a esta idea.

Jokin conoció a Emilio González Bilbao en la feria MIP TV de Cannes en 2015, y ahí Emilio le contó lo que se le había ocurrido: que se podía desarrollar un programa en el que “se midiera la felicidad para poder mejorarla”, cuenta Emilio. Para ello, el abogado bilbaino ideó una máquina, el Felizómetro, con el que “creamos el método Happymeter para medir la felicidad y su mejora”. A Jokin (a quien no le gusta realizar espacios televisivos reconocibles, además de que “soy muy sensible a ver hombres o mujeres con el deseo y ganas de aventurarse en proyectos innovadores y con filosofía positiva”), la actitud de Emilio le llamó la atención, “no podía rechazar esta invitación a colaborar”, explica a DNA.

En J.O.K films suelen apostar por “contenidos nuevos y mercados diversos y Happymeter Experience corresponde a los retos de la productora y de mis objetivos personales. La necesidad de propuestas nuevas, arriesgadas y positivas es mi papel de creador en el paisaje internacional y vasco”. Así, como publicó DNA el pasado año, la productora de Jokin ya fue laureada en 2013 con el primer premio de Innova Basque Audiovisual por Secret Chef y en 2015 accedió a la selección oficial en diferentes eventos: MIP Format de Cannes, el Sprint Format Show de Kiev y el Busan Content Market de Corea. Secret Chef es, efectivamente, un formato de programa poco usual, algo así como el “antihéroe” de los programas de cocina, tan de moda.

Ahora le toca el turno a la experiencia Happymeter, en la que el protagonista del programa va respondiendo a cómo se desarrolla su día y su semana, cómo son sus relaciones sociales y afectivas, si es cariñoso, si es abierto, si resulta emocional... una serie de parámetros que la máquina determinará si le convierten en un candidato o candidata apto para entrar en el club de personas felices.

actitud ante la vida Lógicamente, para desarrollar esta idea Emilio G. Bilbao contactó con un par de psicólogas, en este caso gaditanas, que pudieran determinar cómo resultaba el perfil de cada persona que concurre al programa. Pero ni él ni Jokin querían algo académico. Emilio soñaba con una “escuela de felicidad”, un método en el que “sabiendo tus notas puedas mejorar, alcanzando una felicidad consciente”, lo que luego tradujeron en el Happymeter. Emilio ideaba un termómetro por la palabra y se inspiró en un juke-box para la forma de la máquina. El Felizómetro evalúa individualmente el trabajo, la familia, el amor, la amistad, la salud, el ocio y otros parámetros que determinan qué actitud tiene el protagonista en la vida: desde la más negativa, es la “minus minus”, hasta la más positiva, que es la “pro plus”.

“Se trata de hablar de la felicidad desde la emoción. Es un programa sencillo, donde nos interesamos por las personas e intentamos empujar la buena onda a través de su entorno”, indica Etcheverria, encantado de que su espacio pueda verter buenas ondas en medio de un panorama tan convulso y crispado. Así, hace suya la teoría de los terapeutas de que “la felicidad es algo que nos pertenece, y todos somos capaces de mejorarla. Se trata de hablar también con su entorno; estamos en una sociedad muy conectada pero también con personas muy solas. Hay una contradicción que tenemos que romper, por eso merece existir el programa Happymeter: una vez más intento romper los clichés”, describe.

Emilio se imagina que este proyecto pueda crecer y extrapolarlo incluso a centros comerciales de Felicidad, “donde la gente pasara la tarde con el pago de una entrada y acuda a aulas de yoga, cocina, tertulias literarias, cine-coloquio, cultivo de huertos y bailes, música, etc.” El Felizómetro, afirma, “aporta sugerencias y en el programa concurso define pruebas de mejora a realizar por el concursante. Y con el aprendizaje de otros, aprende uno mismo”.

Jokin Etcheverria sigue desarrollando su plataforma (www.invitezvous.com), en colaboración con bloggers de viaje, donde los internautas pueden descubrir un destino y ganar un viaje. Además de sus rodajes, por ejemplo en París, presenta agendas culturales y entrevistas a creadores, en euskera, en Radio France Bleu (Iparralde), mientras preparan “una novedad para televisión en 2017”, deja entrever con una sonrisa, la que quiere contagiar con su Happymeter.