Pamplona - Euskal Telebista señaló hace poco más de una semana que el programa de tarde que empezará el 12 de septiembre, ¡Qué me estás contando! tendría varios presentadores. El único confirmado fue Ion Aramendi al hacerlo público él mismo en las redes sociales y Sálvame, programa para el que trabajaba de reportero. Adela González confirmó que ella formaba parte de ese equipo de profesionales que a partir del próximo mes conducirá las tarde de ETB-2 y donde también están Xabier Lapitz y Klaudio Landa. En estos momentos, y hasta finales de agosto, la periodista vasca continuará en La Sexta al frente de Más vale tarde en sustitución de su titular Mamen Mendizábal.
¿Cómo calificaría su experiencia en La Sexta?
-Como muy positiva. Hice mi carrera en ETB. Cuando llegas a otra cadena ves que has desarrollado los modos y las dinámicas de hacer televisión, pero que las cosas se hacen con otro ritmo, con otro estrés y aprendes, La Sexta he aprendido un montón.
¿No le dio vértigo ponerse al frente de un programa donde la presentadora habitual es Mamen Mendizábal?
-Al principio sí, pero como me dijeron mis jefes, los responsables de la cadena: ¿Cuántos años llevas haciendo televisión? Muchos, ¿no? Pues esto es lo mismo. Ahí se me quitó el vértigo, creo que no lo he hecho del todo mal.
Y después de este máster televisivo en La Sexta donde ha hecho edición, ha estado en la redacción, en edición y presentando, vuelve a ETB.
-Vuelvo a casa, estoy encantada. Tengo ganas de estar en allí, en mi tierra. Además, lo que voy a hacer es todo un reto, un programón en las tardes de ETB. De todos los programas que he hecho, es en la tarde donde más tiempo he pasado.
Euskal Telebista ha comentado poco de cómo será ‘¡Qué me estás contando!
-Es un formato magazine; va a ser muy amplio de tiempo, cuatro horas, y de contenido. Va ir desde temas informales a sociales, tratados desde el punto de vista de la cercanía. También tendrá una parte política, así que todos los palos de la información y del entretenimiento van estar servidos en cuatro horas de programa.
¿Le sorprendió la propuesta o la esperaba?
-Me sorprendió, siempre que te llaman de un sitio distinto al que estás trabajando es un placer. La estudié y me sonó bien y decidí que me podía venir.
¿Un sí a primera vista?
-Me costó mucho tomar la decisión. Una vez que te mueves de tu casa y ya te trasladas, te llevas a tu familia, estás en un programa que conoces y que sabes cómo es su funcionamiento?, otra vez surge el vértigo de lo nuevo. Además, tienes que volver a movilizar todo y hacer el viaje de vuelta. Sopesé y al final decidí venir.
¿Ha comunicado a La Sexta que vuelve a casa?
-Sí, cuando lo decidí no tarde en decirlo en La Sexta, ellos se han portado muy bien conmigo.
Al final, el suyo ha sido un viaje con billete de ida y vuelta.
-Cuando sacas un billete nunca sabes si es de ida solo o si va a ser de ida y vuelta, mucho menos en este mundillo. Tomas una decisión y te puede encajar o no. Yo me fui a Madrid porque lo que me ofrecían me parecía interesante, era una oportunidad; creo que la he aprovechado muy bien.
¿Qué ha pesado en la vuelta?
-Muchas cosas, algunas muy familiares. En Euskadi tengo a mi padre, tiene 80 años; mis suegros también tienen una edad. La parte familiar ha pesado mucho.
¿Es la tarde la franja que más le gusta?
-Me es muy conocida, he estado en ella durante muchos años. La tarde es un gusto, te permite hacer de todo; tienes tal amplitud de temas que puedes ofrecer al espectador, tienes muchas oportunidades. El que se siente ante la televisión va a tener la ocasión de poder ver cultura, entretenimiento, lo que pasa en su entorno; si quiere saber por dónde transitan las claves política, pues también se lo vamos a ofrecer. Es una franja muy bonita.
¿Y qué es lo que va a hacer usted a lo largo de estas cuatro horas o en un tramo de ellas?
-Que sea Euskal Telebista la que diga qué voy a hacer yo cuando presenten el programa. Además, de aquí a que empiece puede dar más de una vuelta ¡Qué me estás contando!
El equipo comienza a trabajar el 1 de septiembre, está a la vuelta de la esquina.
-Sí, pero yo presento en La Sexta durante la última semana de agosto, así que quizá me incorpore un poco después.
¿Se queda sin vacaciones?
-Las he cogido antes, a mediados de junio me fui tres semanas. Normalmente me cojo una semana también en septiembre. Así que este año, es posible que me quede sin esa semana que es la que me da un poco de aire para volver a coger tono.
¿Le cuesta mucho hacer el equipaje?
-Antes sí. Antes de ir a Madrid las distancias las veía de otra manera, pensaba: Tres horas y media, que locura, ¡qué cansancio! Ahora bajas a Madrid y no notas tanto el tiempo. En estos dos años y pico he subido muchas veces a casa por cuestiones familiares. Subimos y bajamos los cuatro, no es una maleta para mí sola. Hacer una maleta para dos niños pequeños es una agonía, es meter de todo repetido muchas veces. Pero ya no tengo miedo a hacer las maletas.
Muchos vascos en las televisiones de Madrid, ¿no?
-Muchísimos. Podemos ver muchas caras en pantalla, pero también hay mucha gente en redacción que es de la tierra, por lo menos en La Sexta. Además, somos gente que siempre estamos subiendo a Euskadi, bien porque sean fiestas, por un motivo familiar? Siempre hay un algo que nos tira hacia arriba.
¿Qué ha encontrado en Madrid que no se esperaba?
-Siempre había oído hablar de la competitividad, de los codazos, de esa sensación de que en Madrid es todo a lo grande y es estresante.
¿Se ha confirmado lo que había oído?
Algo de eso he visto, algo; pero luego, quizá porque llevaba esa idea, me ha sorprendido encontrar a gente muy maja y muy colega. En la parte personal, he aprovechado mucho Madrid. Teniendo niños pequeños he aprovechado para llevarles a todos los talleres y museos a los que he podido ir con ellos. Creo que he aprovechado la experiencia.
¿Ha cerrado su etapa madrileña definitivamente?
-Nunca se sabe. No cierro nada, creo me voy dejando buen sabor de boca y con las puertas abiertas. En este mundo nuestro, nunca sabes. La gente piensa que entras en la tele y ahí te quedas para siempre jamás. No es así, es cierto que vuelvo con vacación de quedarme.
¿Espíritu de titiritera?
-Un poco, sí en el sentido de coger tu carpa, marcharte y volver. Te da un poco de perspectiva, aunque luego estés muy a gusto en tu casa.
¿No le va a parecer un poco pequeño Euskadi?
-Para nada. Cuando se abre la persiana de Más vale tarde, sé que me ve medio millón de personas, eso dicen las mediciones. Si estoy en ETB, es lo mismo, sé que hay que darlo todo, tienes que coger tu material, tu información y darle toda la vida que necesite. En Euskadi tenemos un montón de cosas que vender y pasan muchas cosas; ¿pequeño? No, en absoluto.