MADRID. En España existen siete bancos públicos donde hay almacenadas unas 61.000 unidades de sangre del cordón umbilical (SCU), lo que supone cerca del 10 % de la reserva mundial.
Cualquier embarazada mayor de edad con una gestación normal y un parto sin complicaciones puede ser donante.
Las células madre sanguíneas son las encargadas de renovar los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas y su principal utilidad son los trasplantes, especialmente en niños, ante enfermedades congénitas y de la médula ósea.
Tal y como explica a Efe el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, una de las principales ventajas de la sangre del cordón umbilical es que no es necesaria una similitud tan alta entre donante y receptor como la que se requiere en el caso del trasplante de médula.
También Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid, opina que la sangre del cordón para paciente pediátrico es una opción de tratamiento "más que favorable" debido, además, a que al tratarse de niños no es necesario que el cordón tenga una celularidad muy alta.
Y a pesar de esto, y de que la legislación ofrece todas las opciones (desde donarlo a un banco público, hasta enviarlo a uno privado dentro o fuera de España) lo más frecuente a día de hoy es que la sangre del cordón sea desechada.
Es en este escenario donde entran en juego empresas que se encargan de la conservación de la SCU en bancos privados, la mayoría fuera de España, ya que la legislación establece que cualquier muestra que se guarde en territorio nacional entra dentro del pool de las 650.000 unidades de sangre disponible, a nivel mundial, para cualquier enfermo que lo necesite.
Estos bancos ofrecen la posibilidad de conservar la SCU para uso autólogo -para el propio niño- con el argumento de que le podría salvar la vida si en el futuro padece determinadas enfermedades.
Sin embargo, la ONT desaconseja el almacenamiento en bancos autólogos y recomienda la donación pública, "con verdadera utilidad demostrada mediante evidencia científica".
En el mismo sentido se pronuncia la directora médica del Programa Concordia de Donación de Cordón Umbilical del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona y directora técnica el Comité de Acreditación de Transfusión Sanguínea, Marta Torrabadella.
"La sangre de cordón es útil para curar enfermedades como la leucemia y ésta, cuando aparece en los primeros años de vida, tiene siempre un origen genético. Volver a poner la misma sangre que ya ha caído enferma no tiene la misma potencia que poner la de un donante sano compatible", explica a Efe esta experta.
También Matesanz señala que la utilidad de guardarse el cordón para uno mismo "es muy escasa", ya que si el niño padece alguna de estas patologías "es muy probable que la sangre del cordón contenga células malignas".
Además, advierte de que no todas las unidades de SCU que se extraen son aptas para trasplante.
En torno a un 20 % no presentan celularidad adecuada (el número de células que la unidad debe tener para considerarlas aptas para trasplante) y hay otro porcentaje que se descarta por contaminación o deterioro en su traslado.
No se muestra tan tajante Madero, también consejero médico de Crio-Cord, una de las principales empresas dedicada a la conservación de células madre del cordón umbilical, que comparte la opinión de que el trasplante autólogo no tiene sentido en tumores hematológicos, pero defiende su utilidad.
"Yo recomendaría que se guardara, tanto en banco público como en privado, aunque hay que saber que la probabilidad de utilizarlo va a ser remota", explica a Efe para subrayar después que, a pesar de todo, y si se dan todas las circunstancias, "es mejor tenerla que no tenerla".
En el Hospital Niño Jesús -destaca- han trasplantado entre 15 y 16 cordones familiares idénticos, algunos de bancos privados y otros que ha proporcionado el propio sistema público a través de la donación dirigida, y han realizado unos 5 ó 6 trasplantes autólogos.
Estos últimos pacientes pediátricos con tumores sólidos, fundamentalmente neuroblastomas, tumores cerebrales o meduloblastomas.
"Al final es como un seguro, es un problema económico, si no tienes muchos recursos económicos, no te gastes el dinero en esto, porque la probabilidad de usarlo es muy remota. Si quieres usar un seguro, como de tantas cosas, es una posibilidad que, si la vas a necesitar un día, ahí la tienes", apunta.