Netflix nació en 1997 como un servicio de alquiler de películas por correo postal y en dos décadas se ha convertido en líder del visionado audiovisual en línea (streaming), con más de 75 millones de usuarios en 190 países. Reed Hastings, cofundador de Netflix, un imperio de entretenimiento digital, asegura que su objetivo es convertirse en un productor y difusor planetario de entretenimiento. “La televisión en Internet es la próxima oleada de entretenimiento global. Nunca más diremos: ¿Qué están dando en la tele?, sino que preguntaremos qué queremos ver”, dijo.
Hastings comentó que la filosofía de la compañía estadounidense se inscribe en una permanente búsqueda de innovaciones que prueba y mejora constantemente, tanto en el ámbito artístico como en el tecnológico y apostó por llevar la televisión en línea “a cualquier dispositivo que tenga Internet”. “Queremos crear una plataforma disponible en cualquier forma, en cualquier lugar del mundo y en cualquier dispositivo con Internet”, señaló Hastings. En ese sentido, citó como línea de desarrollo tecnológico el objetivo de seguir mejorando la calidad de imagen al tiempo que se reduce el ancho de banda requerido.
Netflix, conocida por el catálogo de títulos que explota pero también por sus propias producciones, como Orange is the new black o Unbreakable Kimmy Schmidt, seguirá centrándose solo en los formatos de entretenimiento y no tiene previsto estrenarse en ámbitos como la producción informativa. “Sólo series, películas y programas de variedades, que para nosotros es muy novedoso”, comentó el presidente de Netflix. Su objetivo es convertirse en un actor global, siguiendo el ejemplo de su secuela Narcos, inspirada en la vida del narcotraficante colombiano Pablo Escobar (1949-1993). “Está producida por una empresa francesa (Gaumont) con un protagonista brasileño (Wagner Moura) y es un éxito en Alemania”, resumió Hastings.
La gran estrella invitada en este evento europeo fue el actor Kevin Spacey, magistral en la piel del ambicioso político Frank Underwood en la serie House of Cards, que ironizó sobre las similitudes entre su despiadada interpretación y algunos candidatos a la presidencia de Estados Unidos. “Frank Underwood es un personaje de ficción. Algunos de los candidatos presidenciales en EEUU también parecen serlo”, declaró sin hacer alusiones directas. Spacey, gran estrella invitada con la que la citada plataforma de visionado de contenido audiovisual en línea se lanzó en 2013 a distribuir contenido original, trazó el paralelismo entre el guion de la serie que protagoniza y la realidad. “A veces, cuando llego al hotel después de grabar, me pregunto: ‘¿Hemos ido demasiado lejos? ¿Nos hemos pasado?’(... ). Después enciendo la televisión, pongo las noticias y pienso: Nos hemos quedado cortos”, bromeó Spacey (Nueva Jersey, 1959).
El actor, conocido por sus trabajos en American Beauty (1999), de Sam Mendes, o Sospechosos habituales (1995), de Bryan Singer -por las que ganó sendos Oscar- se refirió a los comentarios sobre House of Cards que recibe de sus allegados en la clase política. Algunos personajes dedicados al servicio público, tanto demócratas como republicanos, se quejan de que la serie, que muestra una ambición y falta de escrúpulos desmesurada entre la elite política estadounidense, es demasiado fantasiosa, explicó. “Otros me dicen: Es más realista de lo que la gente debería saber”, ironizó el protagonista de una serie que ha estrenado ya su cuarta temporada y en la que comparte protagonismo con Robin Wright. Netflix ha confirmado que House of Cards ya ha sido renovada para una quinta entrega, que verá la luz durante el próximo año. - Efe