BILBAO - El santurtziarra Charly Urbina vuelve a la pequeña pantalla tras su experiencia hace una década en Vaya Semanita. Lo hace encarnando al comisario Peiró en la serie Acacias 38, que se emite cada tarde en La 1, lo que supone su salto al ámbito estatal.
Se le ve contento, feliz por este nuevo reto de encarnar al comisario Peiró en ‘Acacias 38’.
-Estoy muy contento, estoy alucinando y aún sigo en una nube por todo lo que está pasando. Fui a un casting para una película y dio la casualidad de que allí coincidí con Eva Leira y Yolanda Serrano. Hice la prueba para la película y al de dos días me llamaron de Boomerang para decirme que entraba dentro del perfil que buscaban para un personaje de la serie. Pensé que era para dos días y ya he grabado más de 20 capítulos y me han enviado nuevos guiones.
¿Qué cara se le queda a uno cuando recibe la llamada de un proyecto como este?
-Se te queda cara de sorpresa. Al principio creí que era una broma. Pero es una realidad y cuando llegué allí por primera vez, pensé en decir que no al papel. De camino al estudio me convenció el chófer para probar. Probé y está siendo una experiencia magnífica. Me ayudaron muchísimo todos; somos un equipo.
Dar el salto a Madrid, a un proyecto que cuenta con un 10% de share y más de un millón de espectadores? Es un gran cambio.
-Sí es un salto, es un doble tirabuzón y sin red (risas). Es un gran cambio que estoy disfrutando día a día, rodaje a rodaje, como he hecho en otras ocasiones. No conocía Boomerang y estoy viendo que es una empresa seria y que hace que estés muy a gusto; te ayudan en todo. En cuanto a medios también es un gran cambio porque en esta serie tienes dos cámaras fijas, una móvil, una grúa y, a veces, hasta una steadycam.
¿Cómo definiría al comisario Peiró?
-Es un comisario rudo, que sabe lo que es ocupar ese puesto porque tiene muchísima experiencia a sus espaldas. Podemos decir que él es la china en el zapato del protagonista; no es ni malo ni bueno, digamos que es un tipo serio y duro.
Con este papel se mueve en un registro muy diferente al de ‘Vaya Semanita’. ¿Esto ha supuesto un reto añadido para usted?
-Para todo actor -aunque soy dibujante- hacer distintos tipos de papel es un reto y una forma de mostrar tus registros. Lo que tienes que hacer, sea el papel que sea, es trabajar, currar para que el papel sea creíble y superarte para hacerlo cada vez mejor, porque siempre hay cosas que mejorar. Cada papel es un reto que debes asumir y, en este caso, quizá me dirija a un público diferente al de Vaya Semanita, pero el objetivo es el mismo, hacer bien, de la mejor forma posible, el personaje que tienes que encarnar.
¿Ve un Charly actor muy diferente al que se pudo ver en aquel programa de humor?
-Me veo mejor, más seguro ante la cámara. Con todos los cortometrajes que he grabado durante este tiempo con chavales de la UPV, con gente que me ha propuesto participar en sus proyectos, con la propia Acacias 38, he ido cogiendo tablas y experiencia. Llevo años actuando y puedo decir que cada día disfruto más y puede ser que cada día sea más natural actuando. Cuando me veo, no me gusto del todo porque siempre hay cosas que mejorar.
Compatibilizar este papel y su trabajo de dibujante no debe ser tarea sencilla...
-Es un poquitín complicado, pero, al final, lo consigues encajar organizándote tú mismo y también con la ayuda de otras personas. Por ejemplo, mi jefe en Agria Hispania me está dando todas las facilidades del mundo para compatibilizar todo desde el primer momento y eso fue y es importantísimo para mi. Hay muchas cosas que hacer, pero he de reconocer que soy un poco liante o culo inquieto, por así decirlo (risas).
¿Le ha llegado últimamente alguna propuesta de nuevos proyectos?
-Algo hay por ahí, pero, como suelen decir, hay que guardar silencio. Lo que sí puedo decir es que estoy disfrutando muchísimo ahora mismo, están ocurriendo cosas que hace no mucho ni imaginaba.
¿Cómo lleva el peso de la popularidad?
-Es lo que más me cuesta, pero es gratificante que la gente te conozca porque significa que te ven. Hay gente que no diferencia del papel a la persona; antes había quien te percibía como el cachondo de Vaya Semanita, y ahora algunos te confunden con el comisario Peiró.