LA próxima remesa del Infiniti Q60 es un dardo dirigido al corazón de las personas apasionadas por los cupés más sibaritas y vehementes. La marca japonesa aún no ha concretado la fecha en la que lo lanzará al mercado.; la duda es si lo hará o no antes de que acabe el año. Tras efectuar su estreno mundial el mes pasado en el Salón de Detroit, el Q60 se dará a conocer al público europeo a partir del 3 de marzo en el certamen de Ginebra. La última entrega del modelo acelera en la misma dirección que su antecesor, con el que comparte estilo y proporciones, para captar la atención de la clientela más entendida y exigente.
La irrupción de esta creación pone una pica en Flandes, o más bien en Alemania, país de procedencia de los candidatos más solicitados de la categoría: Audi A5, BMW Serie 4 y Mercedes-Benz Clase C cupé. Estos rivales, a los que Lexus intenta agregar su RC, pugnan por ganar espacio en un nicho comercial muy angosto; este segmento de mercado contabilizó menos de dos mil matriculaciones la temporada pasada. Ahora solamente queda comprobar si la incorporación de la propuesta de Infiniti contribuye a ensancharlo o si va a obligar a una redistribución de la exigua clientela.
El Q60 sustituirá al producto homónimo lanzado en 2008, que llegó a proponer tres formatos de carrocería distintos: cupé, berlina y cabrio. A favor del modelo que viene soplan vientos de renovación, si bien ésta es más técnica que estética. Traslada al siglo XXI la estampa de su predecesor y la adoba con los rasgos de los Infiniti más jóvenes. Respeta con bastante fidelidad la silueta clásica de cupé 2+2 (mide 469 centímetros, dos más que antes). Exhibe, eso sí, un porte algo más musculado que evoca el prototipo del que se deriva.
El semblante lleva la marca de la casa y confiere al conjunto una dosis extra de expresividad. Se reconoce por la presencia de detalles como las ópticas LED muy afiladas, la elocuente parrilla activa de rejilla con contorno cromado y unas molduras longitudinales en el capó. El refresco de diseño aporta un empaque y una esbeltez (ostenta un magnífico coeficiente aerodinámico) considerables. Además, acentúa la sensación de deportividad del vehículo con una línea de cintura que asciende a medida que se acerca a la zaga. El generoso calzado (19 o 20 pulgadas) y las agallas de aireación junto a los pasos de rueda delanteros aportan más pistas sobre el verdadero temperamento de esta máquina.
El Q60 comparte con los demás integrantes de la familia Infiniti un alto grado de sofisticación ornamental y técnica. Este conquistador de ojos rasgados seduce a los incondicionales de las nuevas tecnologías con copiosas dotaciones. Incluye, entre otros recursos, la última evolución del sistema de información y entretenimiento de la firma, un avanzado equipo de sonido con trece altavoces, todas las ayudas electrónicas a la conducción imaginables, suspensión Dynamic Digital programable y Drive Mode Selector. Este dispositivo permite al usuario adecuar a sus preferencias o a su estilo conducción el tipo de respuesta del vehículo; propone cinco modos prefijados (Standard, Eco, Sport, Sport+ y Snow), así como otro programable (Customize).