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El caramelo italiano renueva su envoltorio

El Fiat 500 matiza su rostro, enriquece el equipamiento y afina los motores. Es un suave ‘restyling’ que pretende consagrarlo definitivamente como paradigma de utilitario distinguido y cosmopolita.

El caramelo italiano renueva su envoltorio

EL 500 es un caramelo, un coche encantador y apetecible. Ahora un poco más, si cabe, tras el sutil proceso renovador al que lo ha sometido su fabricante. Fiat aplica un maquillaje algo distinto a las facciones y refresca la ambientación interior del utilitario, agraciado también con mayores dotaciones de equipamiento y con la puesta al corriente de su gama motriz. La casa de Turín mantiene la agresividad comercial acostumbrada, por lo que tarifa oficial del 500 no acusa la actualización: los 11.405 euros de los que parte la versión básica pueden reducirse a 7.990 acumulando todos los descuentos y promociones vigentes.

Al 500 no le pesaban los años, menos aún los kilos. Casi ocho años después de su estreno, el comprimido italiano seguía aguantando bastante bien el tirón de una competencia que jamás ha dado con la misma tecla de la seducción. Quizá por eso, el liviano utilitario conserva casi intacta la chispa de su diseño retro original. Así que a los estilistas de la firma no les ha quedado otra que camuflar las abundantes modificaciones (lleva unos 1.900 componentes nuevos) para que no alteren demasiado una estampa que ya funciona a la perfección.

Vamos, que la coherencia estética entre ambas es absoluta. En consecuencia, la evolución formal solo resulta perceptible comparando una remesa junto a otra o siendo tan experto en el modelo como uno de sus propietarios. El debutante cobra especial interés para la satisfecha clientela de la entrega anterior. Por eso, Fiat formula a ese colectivo una ventajosa campaña de renovación que incluye la recompra del vehículo usado.

El ‘restyling’ consiste en un suave apaño cosmético que viene a remozar la fachada sin penetrar hasta el esqueleto. A resultas del mismo, el contorno se ve realzado por unas cuantas pinceladas efectistas: rejilla frontal, detalles cromados, dibujos de llantas y un juego de faros (led de posición y halógenos diurnos) que hace al coche mirar con otros ojos. Las proporciones, tanto las de la versión cerrada como las del 500C con techo de lona retráctil, permanecen invariables: 3,57 metros de largo, 1,63 de ancho, 1,49 de alto y 2,30 entre ejes. Ese escueto envoltorio es apto para que embarquen cuatro adultos (los menos corpulentos atrás) con un poquito de equipaje (tiene 185 litros de maletero), lo que confirma el destino eminentemente urbano del coche.

No cambian las proporciones interiores, pero sí la ambientación. Volante y cuadro de instrumentos han sido rediseñados manteniendo la inspiración en el modelo de los cincuenta pero haciendo sitio a la tecnología moderna. Así, el 500 puede instalar una pantalla digital TFT de 7 pulgadas y oferta el sistema de infoentretenimiento Uconnect

Fiat propone este coqueto ciudadano con dos terminaciones, Pop y Lounge. La primera viene pertrechada de serie con siete airbags, aire acondicionado manual, Uconnect Radio con seis altavoces, puerto USB y conector auxiliar, mandos en el volante y luces diurnas. La variante superior enriquece los contenidos con detalles como techo panorámico de cristal, llantas de aleación de 16”, volante de piel, parrilla delantera cromada y el sistema de infoentretenimiento Uconnect Radio LIVE con pantalla táctil.

La gama de lanzamiento solamente contempla motorizaciones de gasolina. Todas adoptan tracción delantera y proponen cambio manual o automático Dualogic. Son actualizaciones de las empleadas hasta el presente, por lo que ya superan los requerimientos medioambientales de la norma Euro6. El reparto arranca con el propulsor de cuatro cilindros y 1,2 litros, que proporciona 69 CV; está disponible con y sin sistema Start&Stop (el gasto medio ideal es 4,5 litros en la primera y 4,8 en la otra). A continuación figura una mecánica TwinAir de dos cilindros y 0,9 litros que aporta 105 CV (el catálogo español no contempla la variante de 85 CV), siempre asociada a dispositivo de arranque y parada automáticos en las detenciones; reclama oficialmente 4,2 litros de promedio. Además, el constructor propone una motorización dual, la 1.2 EasyPower (69 CV), capaz de trabajar indistintamente con gasolina y con GLP (Gas Licuado de Petróleo).

En una fase posterior se incorporarán a la nómina del Fiat 500 otras dos variantes. La más esperada es la 1.3 16v MultiJet II, turbodiésel de 95 CV. Vendrá acompañada por una tercera interpretación del propulsor 1.2, esta vez con configuración ‘Eco’ de bajas emisiones.