EL ix35 se despide dejando el pabellón muy alto a un Tucson decidido a liderar el mercado crossover. Cualidades no le faltan. Exhibe una estampa distinguida, disfruta de una espaciosa y refinada cabina y dispone de la última tecnología. Recicla a Euro VI motorizaciones diésel (115, 136 y 186 CV) y gasolina (132 y 176 CV), que combina con tracción delantera e integral y asocia a cajas manual y automática. El nuevo Hyundai aparenta ser más costoso que sus rivales (arranca de 22.400 euros), pero compensa las pequeñas diferencias ofreciendo un equipamiento superior. Es, por tanto, un serio enemigo para los cabecillas de la clase media SUV (Qashqai, Kadjar, Tiguan, Sportage, etc.).
Hyundai cambia el código por las letras y recupera la denominación Tucson para el sustituyo del ix35. La marca coreana bien podría escribir el nombre en mayúsculas, porque el relevo de su producto más solicitado es un gran coche. Si el crossover que se jubila está considerado como el mejor producto de Hyundai hasta el momento, el sucesor despierta las máximas expectativas. El salto cualitativo queda patente al poner un modelo junto al otro. La comparación resulta demoledora para un ix35 de indiscutibles méritos y brillante trayectoria. Pero el Tucson es un producto de otra era. Su empaque ya sugiere que se trata de un coche de superior entidad.
La cinta métrica revela que esa impresión no obedece tanto al aumento de tamaño como al diseño. El nuevo protagonista de Hyundai tiene 4,47 de longitud, 1,85 de anchura y 1,66 de altura; es, por tanto, seis centímetros más largo, tres más ancho y casi dos más bajo. Separa los ejes 2,67 metros, casi tres centímetros más que su antecesor, lo que contribuye a fomentar a esa espaciosidad que lo hace destacar.
En un mercado en el que la habitabilidad se ha convertido en prioritaria, el Tucson se distingue por brindar una de las cabinas más desahogadas. Habilitada oficialmente para cinco pasajeros, acomoda de forma impecable a cuatro adultos de buen año con sus bártulos. Procura suficiente sitio para las piernas, desahogo a la altura de las cabezas y unos cómodos asientos (los traseros pueden reclinar su respaldo). Además, ofrece el mayor maletero de la categoría, con 513 litros (488 en las versiones que llevan rueda de recambio y no kit de reparación de pinchazos).
La puesta en escena interior sube bastantes enteros en relación a la de su antepasado. Cultiva un estilo más funcional que tecnológico y apuesta por pulsadores en vez de comandos táctiles. La instrumentación es prolija y clara. Los materiales y sus ajustes convencen desde la versión menos sofisticada y costosa. La clientela más pudiente y ambiciosa puede disfrutar en el Tucson más suntuoso de sensaciones muy semejantes a las que depara cualquier SUV Premium. De hecho, estas versiones altas del modelo coreano resultarían verosímiles con una estrella o unos aros en su proa, algo que permitiría elevar su precio un 20%.
Los progresos del nuevo crossover de Hyundai también alcanzan a la dinámica de conducción. Esa mejora de rendimiento es más cualitativa que cuantitativa. El Tucson ofrece un tacto de manejo preciso y un grato aplomo, aísla perfectamente a sus inquilinos del ruido y les protege filtrado bien posibles irregularidades del suelo. La agilidad de sus reacciones guarda una relación directa y obvia con la caballería disponible.
El constructor asiático adjudica a su modelo estelar cuatro terminaciones. La sencilla suministra dotaciones muy respetables: controles de estabilidad y tracción, de arranque y descenso de pendientes, de presión de neumáticos, aire acondicionado, seis airbags, capó activo apara evitar lesiones a peatones, sensor de aparcamiento trasero, cuatro elevalunas eléctricos, equipo de audio con mandos en el volante, llantas de aleación de 16 pulgadas, etc. El segundo acabado añade nuevos detalles: iluminación LED, climatizador automático, parrilla cromada, faros antiniebla, retrovisores con plegado eléctrico, dirección asistida de tacto regulable, etc.
Los dos niveles superiores apenas dejan resquicios de equipamiento. Suman navegador con pantalla táctil de 8”, sensores de estacionamiento delanteros, ajuste eléctrico de los asientos delanteros, tapicería de piel, apertura eléctrica del portón posterior, alerta por abandono involuntario del carril, ayuda al aparcamiento, techo solar, sistema de reconocimiento de señales de tráfico.