MADRID - Michelle Jenner vive momentos muy intensos. Al doblaje de esta serie, se añaden otros proyectos como convertirse en Dorotea en la ficción sonora Quijote, de Radio Nacional. Este lunes, la actriz catalana se reencontrará con su excompañero de la serie Isabel en El ministerio del Tiempo.

¿Cómo es su personaje?

-Es un pájaro azul que se encuentra con Wirt y Greg, los protagonistas de la historia, que se han perdido en el bosque de lo desconocido y les ayuda a encontrar el camino de regreso a casa. Soy un poco gruñona de primeras, pero en el fondo soy buena y lo que quiero es ayudarles.

Supongo que hay mucha diferencia entre la interpretación y el doblaje.

-El doblaje no deja de ser interpretación, solo se te escucha; pero al personaje tienes que darle vida y unos matices. Se tiene que notar cuál es el carácter de ese personaje. Es interpretación.

¿Sigue haciendo doblaje de continuo o es excepcional?

-Sigo, hacía más cuando vivía en Barcelona. Siempre que tengo tiempo, procuro compaginarlo.

¿A qué personajes conocidos ha puesto voz?

-Las primeras de Harry Potter, el niño de La vida es bella... Empecé siendo niña y he hecho bastantes películas de doblajes, tanto de personajes reales como de animación.

¿Qué destacaría de ‘Más allá del jardín’?

-Es una serie que está muy cuidada. Es pequeñita, diez episodios de diez minutos cada uno y tiene un final que es sorprendente. Los personajes están muy bien caracterizados, me inspira mucha ternura. Me gustan los colores que tiene, me recuerdan a los cuentos de folklore americano, esos cuentos antiguos.

¿Es aficionada a los dibujos animados?

-Sí, sigo viéndolos. Llevo muy cerca a mi yo niña y me lo paso muy bien. Además, hay dibujos que no son solo para niños, son para todas las edades.

¿Recuerda alguna serie que le fascinara de niña?

-Vi muchas, muchas... Me acuerdo de Doraimon, de Chicho terremoto, esta me hacía mucha gracia, me acuerdo de los Pitufos, esta era de cuando era muy niña. Había un montón de series que me encantaban y metía horas viéndolas.

Es una semana de premios para usted.

-Está siendo una semana muy buena. Normalmente, no me los espero y supone una alegría. Esta semana me han dado el premio Fotogramas, te lo dan los lectores de la revista, y el de la Unión de Actores, ese es de los compañeros. Sientes la alegría de saber que gustas al público y la alegría de saber que gustas a los compañeros. Es emocionante y es un empujón para seguir adelante. A mí me cuesta mucho creérmelo de verdad.

Se le va a recordar constantemente por el papel en Isabel.

-Espero que puedan seguir recordándome por otros más. Isabel es una serie que ha marcado mucho. De todas formas, me parece muy bien que cada vez que se hablé de Isabel la Católica se la recuerde con mi cara; significará que son una serie y un personaje que han llegado al público.

¿Qué le ha aportado ese personaje a Michelle Jenner?

-Mucho, han sido tres años de no dejar de aprender, de crecer como actriz. En lo personal, ha sido maravilloso hacer una familia entre todos los actores durante tanto tiempo. Ha sido todo un reto, ha sido un personaje muy difícil. Interpretarlo desde que es una niña hasta que muere es algo que no se da muchas veces en este trabajo.

¿Qué tal con ese vestuario tan diferente al de la actualidad?

-Complicado, sobre todo al principio, después te acostumbras y tienes calculados los movimientos y sabes cómo manejarte. Son vestidos que pesan muchos kilos, te duele la espalda y te cuesta mantenerte en pie.

¡Cómo para ir con ellos en el Metro!

-Ja, ja, ja... Mucho me temo que no. Son obras de arte, Pepe Reyes hizo un trabajo maravilloso.

¿Es fundamental el vestuario para meterse en la piel del personaje?

-Totalmente. Cuando estás haciendo época el vestuario es casi la mitad del personaje, te hace sentir una actitud distinta, un porte distinto, te ayuda a sentirte reina.

¿Cómo se va a sentir en los próximos trabajos?

-Hay proyectos muy bonitos en cine. En primavera empezaré una película de la que ahora no puedo hablar, pero que me hace mucha ilusión. Es diferente y es lo que a mí me gusta de ser actriz; de un trabajo a otro cambia el personaje completamente, haces cosas distintas y vuelven a suponer un reto y un esfuerzo.

Sara en ‘Los hombres de Paco’, ¿que recuerda de ese papel?

-A Sara le tengo mucho cariño, fueron cuatro años en la serie y en ella hacíamos de todo: drama, comedia y acción. Fue mi primera gran escuela y allí sí que aprendí muchísimo.

¿Qué le llevó a ser actriz?

-No lo sé, nací con ello en la sangre, desde pequeñita veía una cámara y me ponía a hacer el mono. Me encantaba disfrazarme, ver películas y querer estar en ellas. Era un mundo que me fascinaba. Es cierto que mis padres habían trabajado de actores, supongo que algo de artisteo me tenía que salir por algún lado.