Madrid - Luisa Martín (Madrid, 1960) es una mujer de largo recorrido en el mundo de la interpretación. Muchos espectadores la recuerdan como la Juani, la empleada de hogar de Médico de Familia. En B&B, vuelve a ser una mujer que limpia y cocina con su personaje Carmen, pero en la función de El arte de la entrevista su papel es diametralmente opuesto y da vida a una ejecutiva. Le gusta cambiar de roles y perfiles de un trabajo a otro. Corren tiempos difíciles, como casi siempre, pero con menos sueldo para los titiriteros y Luisa dice que hay que combinarlo todo, que no se puede quedar jugando a una sola carta de la baraja de la interpretación.
¿Cómo es ‘El arte de la entrevista’?
-Es una función que divierte a todo tipo de personas de todas las generaciones porque se ven reflejados.
¿Cuánto tiempo llevan con esta función?
-Desde diciembre de 2013. Hemos hecho un año, y lo que te rondaré morena.
Para los tiempos que corren es una obra de larga duración.
-Está yendo muy bien y tiene muy buena acogida allí donde vamos; el cartel es muy atractivo, hay que tener en cuenta que está Alicia Hermida, una mujer que con su edad y forma de actuar resulta divertido verla trabajar. Es una función que está gustando mucho. Es muy buena para verla en familia, siempre se sale discutiendo, y qué mejor que discutir en familia.
Dicen que Luisa Martín es muy exigente a la hora de aceptar un trabajo.
-Es verdad, no me gusta decirlo porque parezco un poco chulita. Me dejo llevar bastante por el corazón?
¿Y no sería mejor por la razón?
-Ja, ja, ja? Para algunas cosas supongo que sí. Pero cuando me ofrecen un proyecto y me lo leo, el corazón siempre me dice si me gusta o no. No me dejo engatusar porque haya determinados nombres. Hace años que hago caso al corazón y estoy muy satisfecha, no me suelo equivocar, la verdad.
¿Se puede combinar con comodidad televisión y teatro?
-Se puede combinar televisión, teatro, cine, circo, hijos, familia, la plancha, la comida, hacer macramé y pintar. Se puede compatibilizar todo; hoy por hoy, no te queda más remedio que compatibilizar todo.
¿Cuándo vuelve ‘B&B’?
-Estamos a punto de emitir, con lo cual estamos muy contentos y en el caso de que se renueve continuaré grabando; si no es así, me buscaré las lentejas en otro sitio. Ahora no te puedes permitir el lujo de hacer una cosa solo, hay que tener varias.
¿Antes sí?
-Claro, de hecho, yo nunca hacía dos cosas al mismo tiempo. Le pongo mucha energía a todo y mi entrega es absolutamente total.
Suele coincidir que ustedes están grabando televisión y a la vez haciendo bolos de teatro, ¿no se vuelven locos y equivocan de personaje o de texto?
-Partimos de la base de que todos estamos locos ya; yo ya nací así, tengo esa locura de serie, no se nota. El cerebro es mucho más inteligente de lo que creemos y tiene más capacidad de la que normalmente utilizamos. Es mucho más cómodo hacer una cosa, pero es igual que cuando te adaptas a un escenario u otro.
Nada que ver su personaje de teatro con el televisivo.
-Los personajes que hago tienen que ser diametralmente opuestos al que desarrollo simultáneamente en televisión o al que he desarrollado anteriormente en teatro.
¿Por qué siempre le ponen a trabajar de empleada del hogar en televisión?
-Porque lo hago muy bien, nadie limpia como yo. Además, como cocino de verdad en los platós, se ha corrido la voz y les gusta que les haga sus platitos y sus cosas.
Hace veinte años la conocimos como la Juani, la chacha de ‘Médico de familia’, cuántos recuerdos.
-Muchísimos, muchísimos recuerdos. Esa fue una época dorada que creo que no volverá a la televisión. Yo la viví absolutamente enamorada del medio, estuve en el epicentro de un huracán maravilloso en el que estábamos todos metidos. Fue una época en la que todo era positivo, trabajábamos muchísimo, muy a gusto, nos lo pasábamos muy bien, los sueldo eran más que dignos?
¿Tanto han bajado?
-Pues sí, qué le vamos a hacer. Además, Telecinco tenía una gestión buenísima, los directivos de aquellos momentos propiciaban muchísimo la unión de todas las figuras de la cadena. ¡Qué tiempos! Viajábamos juntos, hacíamos un montón de cosas. Había una sensación muy familiar.
Tenían unas audiencias multimillonarias.
-Aún no han sido superadas; cuando dicen: Se han vaciado las ciudades con el Madrid-Barça. Pues no, todavía no han superado muchas cifras que nosotros hacíamos.
Una serie que llegó con mensajes hacia los espectadores.
-Pues sí, se trataron temas humanitarios. Fue la primera serie en la que se puso un cartel de una ONG, lo puse yo. Soy miembro de Médicos Sin Fronteras desde hace muchos años; se habló de las minas antipersona, se habló de la inmigración, se habló de inmigración ilegal, de los problemas de los mayores? Fue una serie fenomenal.
Mujer de acentos, cuando estaba en ‘Médico de familia’ nos creímos que usted era andaluza.
-Ahí va pues (su acento no envidia nada al de cualquiera de Gernika). Ja, ja, ja; es verdad que muchos me preguntaban de qué parte de Andalucía era.
Y no la han cogido para ‘Ocho apellidos vascos’.
-Es sorprendente que no me hayan cogido a mí para esa película cuando más de media España se creyó que era andaluza, como tú misma dices; pero no pasa nada, ya me cogerán para Ocho apellidos gallegos o alguna otra cosa.
¿Una cualidad como otra cualquiera la hacer acentos?
-En esta profesión es buenísimo, me divierte mucho hacer acentos y tengo facilidad para ello. Juego mucho con mi hijo a lo de poner acentos. Le digo cualquier cosa en cualquier idioma y él se parte de la risa.
¿Cuestión de herencia?
-Otras madres dibujan o juegan a otras cosas con sus niños; yo juego a hacer gansadas de este tipo con mi hijo.