bilbao - La trayectoria profesional de Ainhoa Llaguno discurría hasta ahora por derroteros bastante alejados de la órbita del automóvil, sector con el que, sin embargo, mantiene estrechos vínculos familiares. Quizá debido a ellos, esta titulada en Administración de Empresas, curtida durante ocho años en la jungla de las finanzas, no ha podido declinar la oferta de Enekuri Motor.
¿Cómo está siendo su transición del ámbito financiero al mundo del automóvil?
-No es fácil, pero al final todo se reduce a organizar un equipo y poner en marcha un proyecto. Y yo creo mucho en este. Me ilusiona. BMW es una marca Premium, con todo lo que ello implica, y su público también lo es. El cliente tiene claro lo que quiere y no es fácil que cambie de idea. BMW vende algo más que coches? propone un estilo de vida. Es algo que queda muy bien reflejado en las alusiones que su estrategia de comunicación hace al ‘placer de conducir’.
Llega a una marca de prestigio en plena expansión y con continuos lanzamientos.
-BMW tiene hoy una gama amplia, variada y coherente, con varias líneas de producto claramente definidas en las que encaja todo tipo de público. El objetivo es atraer y fidelizar a la mayor cantidad posible de clientela por medio de una oferta atrayente y bien diversificada. Se trata de ser polivalente manteniendo la línea que ha permitido alcanzar esta posición en el ‘top ten’.
¿Hay que tomarse en serio los síntomas de recuperación que muestra el mercado?
-Parece que el mercado va para arriba. Todavía crece tímidamente, pero los datos apuntan a la recuperación si continúa a medio plazo esta tendencia. En nuestro caso, desde principios de verano notamos un incremento en el tráfico de exposición y, a juzgar por el número de fichas de cliente abiertas, es un público interesado en la compra.