Madrid. Mercedes Milá no ha perdido ni un ápice de la vehemencia y la pasión por su trabajo característico de sus primeros tiempos televisivos. Sabe que a veces está en el ojo del huracán y otras veces es ella la que se coloca en medio, pero ha aprendido a asumir las críticas aunque reconoce que a veces le cabrean. No se ve en un Telediario y disfruta plenamente de su vida, de su profesión y del tiempo que le toca vivir. Dice que Diario de? y Gran hermano son las dos caras de una moneda que cierra con un término: periodismo.
Vuelta a 'Diario de?' ¿Cómo se ha planteado esta nueva temporada?
Hace años que está recogiendo las denuncias de la gente. Es un programa que averigua, investiga y busca soluciones.
¿Cómo se arregla con dos programas entre manos?
Cuando hago Gran hermano tengo que dejar de coordinar Diario de? No me permiten hacer los dos. Pero el programa sigue investigando, las denuncias se incuban durante meses. Cuando termino el otro programa me vuelvo a incorporar.
¿Lleva mucho tiempo investigar sobre determinadas denuncias?
Lo cierto es que sí. Es una labor que como periodistas nos encanta, pero que lleva tiempo. Descubrir a unos guardias civiles que llevan años burlando sistemas de seguridad es algo que requiere de mucha paciencia. Hasta que los pillas pasa tiempo. También hay denuncias ciudadanas.
¿Han crecido el número de denuncias con las crisis y los problemas que se derivan de la situación económica?
Es evidente que la gente confía casi como última instancia en un programa como éste y se agarran a nosotros como a un clavo ardiendo.
Entonces, ¿qué hacen las instituciones? ¿Para qué sirven? ¿Tienen ustedes soluciones para todos los problemas?
¿Sabes lo que pasa? Que la gente se harta de que le den largas. Nosotros no siempre encontramos una solución, pero intentamos entender lo que ha pasado. Sólo eso satisface a la persona que hace la denuncia. Nosotros solos no podemos solucionar las cosas, podemos dar una luz y luego ese foco puede servir para saber qué camino se puede tomar.
'Diario de?' y 'Gran hermano', dos programas que son como la noche y el día. ¿Dónde se siente más cómoda?
Son complementarios y son las dos caras de la moneda de mi vida profesional. Soy periodista. Una cara es Diario de? con un periodismo de calle, de investigación meticulosa y el otro es más espectáculo, pero no deja de ser periodismo.
¿Usted cree?
Sí, es periodismo pero llevado por otro camino. ¿Por qué crees que no es periodismo? ¿No lo ves así?
Pienso que es espectáculo. Además, también escribe libros. ¿De dónde saca tiempo?
No escribo libros, escribo mi blog en la web de Telecinco y la editorial me pidió hacer una selección de esos post y publicarlos. No he escrito un libro, un libro es algo mucho más serio que eso que se ha publicado con el título de Lo que me sale del bolo, vamos a ser serios.
¿No le apetece escribir un libro?
No soy capaz y les tengo demasiado respeto. Soy periodista audiovisual.
Hay mucho periodista audiovisual que escribe libros.
Eso está muy bien. La gente compra esos libros y se acerca a ellos, es un primer paso para convertirse en lector. Creo que es interesante que gente conocida publique libros.
Recibe críticas. ¿Cómo las admite desde un programa y otro?
Lo mejor posible, no me queda más remedio que aceptarlas.
¿No le enfadan?
Hay veces que me cabreo y otras que pienso que tienen mucha razón. Pero después de tantos años de trabajar en televisión he aprendido a lidiar y a asumir las críticas. Es un derecho que tienen los críticos y tú te tienes que aguantar. Siempre se vive mejor asumiéndolas y tratando de sacar algo en claro.
¿Cree que el periodismo ha perdido fuelle?
Al revés, está más insuflado de fuelle que nunca.
¿Periodismo denuncia, periodismo reportaje o entrevista?
Periodismo, puro y duro.
¿Qué es para usted periodismo 'puro y duro'?
No es otra cosa que hacer de intermediarios entre los afectados que denuncian y ponen sobre la mesa casos que están ocurriendo. Los responsables deben dar la cara, lo que no siempre hacen.
¿Se vería en un Telediario?
¿Me verías tú? Yo no.
?duraría menos que un Telediario.
Creo que ahí tienes razón; pero si lo hiciera bien sería una sorpresa. A la vejez viruelas.
¿Vejez?
Una ya tiene unos años como para estrenarme en un Telediario. Sería un récord casi Guinness.
¿Los años pesan?
Depende de cómo los enfoques. Me estoy defendiendo bastante bien de los años comiendo bien, haciendo deporte, leyendo, estando al día de cosas. Estoy contenta con mis años, francamente, y soy sincera.
¿Décadas malditas?
Cuando cumplí cincuenta años, pero estaba en un momento de mi vida muy pesado, muy delicado, una historia de desamor muy dolorosa y esos cincuenta años los recuerdo como duros y difíciles. Pero a partir de ese momento, una vez superada esa situación, nada.
¿Los sesenta?
Nada. Lo que hice fue celebrarlos con un grupo de amigos en lo alto de la montaña esquiando. Fíjate qué manera más bonita de entrar en otra década.
¿Sigue siendo el golf su deporte favorito?
Hace tiempo que no, me rompí las rodillas esquiando y tuve que dejarlo. Ahora soy más de la bicicleta.
¿Hace dieta?
Hay un dietista en San Sebastián, Xabier Larretxea. Le conocí cuando fui a hacerle una entrevista y me convenció con sus métodos macrobióticos. Le estoy haciendo caso y estoy muy contenta.
¿Le preocupa el peso, las tallas?
Por suerte no, me sigue cabiendo la talla 42. Si nos tuviéramos que fiar de los tallajes de la ropa yo tendría que tener una talla casi 50. Nos engañan con las tallas y es una vergüenza.