HAY un momento del programa de Anne Igartiburu que da de lleno en el horario de protección infantil. Una hora en la que no se cortan de hablar de asesinatos o tremebundos accidentes de esos que cuentan con muertos sus razones para salir en televisión. Pues esta semana la defensora del Espectador de la misma cadena ha pedido que se anden con ojo y que piensen en los niños: "¿Pero es que nadie piensa en los niños?", parece decir la defensora Elena Sánchez, la que estuviera una década en todos los informativos de TVE. Está bien que alguien se erija en guardiana de la integridad televisiva. Lástima que no pueda entrar de oficio en el resto de las cadenas para echar regañinas. ¿Se imaginan, a Elena interrumpiendo a Jorge Javier una de esas sesiones de Sálvame? O aparecer de improviso en la mañana de Espejo público de Antena 3 porque a la presentadora se le está yendo la olla con alguna entrevista por el asesinato de una adolescente? Hay que reconocer que la primera responsabilidad de que se cumpla el horario infantil tiene que llegar del medio del niño, de su casa y su familia. Pero hay que reconocer que entre los espectadores abundan niños que, por una u otra razón, se saltan el horario infantil. Unos porque pasan de todo y otros porque no tienen quién les diga si pueden o no ver lo que se echa en la tele independientemente del horario.
Hay escenas que habría que prohibir de oficio: las del nuevo Splash: famosos al agua. Jesús Vázquez va a hacer saltar a Falete desde un trampolín muy alto a una piscina. Yo entiendo que haya mucha gente que se parta el culo con esta escena, lo intuyo porque conozco a varios y sé que no van a controlar la risa. Pero no hago más que pensar que si apareciera Elena, seguro que a ella le harían caso y Falete se quedaría íntegro para que solo se metan con él en los monólogos. Que no es poco.