SsangYong somete al veredicto del público el nuevo Actyon Sports. Este todoterreno de cinco plazas provisto de una escueta plataforma abierta de carga tras la cabina actualiza su fisonomía y recibe un corazón diésel más potente (155 CV). Con la renovación de su candidato la casa coreana pretende captar la atención de la exigua clientela de vehículos pick up, modelos de recreo con coartada laboral y/o herramientas de trabajo capaces de suplantar a los turismos. El Actyon Sports abre su tarifa oficial en 27.700 euros.
Aunque da la talla en ambas vertientes, la profesional y la más doméstica, el nuevo producto parece mejor dispuesto a satisfacer a usuarios que desean un vehículo apto para el ocio que a los que buscan un recio compañero de fatigas. SsangYong confirma esas sospechas al presentarlo como un mestizo entre el clásico pick up y un moderno SUV para el que llega a acuñar el término SUT (Sport Utility Truck). Es un acrónimo que quizá no triunfe pero que refleja bastante bien la naturaleza del debutante.
Al contrario de los rivales a los que se enfrenta, el nuevo Actyon Sports ha sido diseñado con una única configuración. No contempla, por tanto, más opciones formales que la de la cabina de cinco plazas (2+3) con una escueta plataforma para mercancía adosada a su espalda. Esta supone 1,27 metros de los casi cinco de la eslora (4,99 m.); la manga es de 1,91, la alzada 1,79 y la distancia entre ejes 3,6 m. La caja trasera admite hasta 383 kg y 1.071 litros de carga.
Esta limitada capacidad, bastante inferior a la que brindan rivales eminentemente laborales con dos plazas y vanos mayores, hace innecesaria una suspensión trasera resistente. Por ese motivo, el constructor asiático prescinde de las habituales ballestas, optando por una menos ruda y contundente solución de muelles y amortiguadores semejante a la de los coches. La decisión condiciona el comportamiento del vehículo dentro y fuera del pavimento. Fomenta el confort de marcha en carretera, aunque hay quien opina que se balancea algo más de la cuenta y que ha perdido efectividad en el campo.
Para moverse por él el Actyon Sports equipa sistema de tracción 4x4 conectable y reductora (no oferta variante 4x2). Una caja de cambios de seis marchas, manual o automática secuencial, se encarga de enviar a las ruedas la energía del nuevo propulsor diésel. La implantación en enero de la normativa medioambiental Euro V ha obligado a SsangYong a desarrollar una motorización a gasóleo más limpia y eficiente. Este propulsor e-Xdi200 es un turbodiésel con arquitectura de cuatro cilindros y dos litros de capacidad; tiene inyección directa tipo common rail y turbo de geometría variable. Proporciona una potencia final de 155 CV a 4.000 revoluciones y ofrece un par motor de 360 Nm; son 15 caballos y 50 Nm más de los que ofrecía el motor anterior.
La nueva mecánica brinda buena respuesta a regímenes bajos, además de presentar unas prestaciones decorosas y moderar tanto su sed como sus secuelas contaminantes. Consigue rodar a 172 km/h de punta y firma un consumo medio ideal de 7,5 litros, lo que supone unas emisiones mínimas de CO2 de 199 g/km; la versión automática comporta 8 litros y 221 g/km.
SsangYong sugiere tres puestas en escena diferentes para el modelo. Por los 27.700 euros que establece la tarifa oficial, sin contemplar posibles ofertas promocionales, la más sencilla y asequible ofrece aire acondicionado, ordenador, radio CD con mp3, airbags frontales, ABS con distribución electrónica, controles de estabilidad y tracción, ayuda al arranque en pendiente, sistema de prevención del vuelco, cuatro elevalunas, Bluetooth, etc.