La programación primaveral de la Red de Teatros de la capital alavesa va camino de despedirse y adentrarse en la parte estival, un cambio que viene marcado este fin de semana por una doble cita sobre las tablas del Félix Petite. La música de Johann Sebastian Jazz y el saber hacer teatral de El Brujo se van a dar el relevo en el centro cívico Ibaiondo. Ante el calor exterior, a buen seguro que la brisa escénica le vendrá bien al público. En ambos casos, todo arrancará a las 19.30 horas.
El viernes
La primera cita con el público se producirá este viernes, quedando todavía algunas entradas disponibles. A cuatro manos, sobre las tablas se encontrarán los pianistas Alexis Delgado e Iñaki Salvador. Johann Sebastian Jazz es un “juego musical”, como describen desde la Red, mediante el cual ir descubriendo las infinitas posibilidades que ofrece Bach. “Lo que hace tan genial y singular a la música de Bach es su sencillez y complejidad extremas. Los temas que utiliza son pocos y sencillos, pero su desarrollo, y las posibles combinaciones de todos ellos, permiten que surjan infinitas obras musicales”.
Este dúo de pianos fue creado en 2011 por Salvador y Delgado, que establecen aquí un singular diálogo con el público en el que “navegar, jugar, sugerir, crear y recrear”. Es la propuesta para un Félix Petite que va a tener poco tiempo de descanso.
El sábado
Justo 24 horas después, el sábado llegará al mismo espacio Rafael Álvarez, el Brujo. El artista regresa a la capital alavesa para compartir con los presentes Mi vida en el arte, aunque en este caso, todas las entradas están vendidas.
“Yo he recogido los mejores versos de mi vida en las tablas y he decidido afrontar mi asignatura pendiente con el verso: un espectáculo en el que el centro y la periferia, la motivación y la justificación, el punto de partida y el objetivo final solo sean versos, versos, versos y más versos”, explica el propio intérprete.
Será una nueva oportunidad de encontrarse con un creador cuya sola presencia en escena ya llena cualquier momento. Lo ha dejado claro en sus numerosas y siempre muy aplaudidas actuaciones en una capital alavesa que conoce a la perfección y a la que regresa, de nuevo, solo sobre las tablas.