vitoria. Su trabajo como enviada especial en el tsunami y posterior crisis radiactiva de Japón llamó la atención de los directivos de Telecinco, que apuestan fuerte por ella.

En junio saltó la noticia de su fichaje por Mediaset. ¿Se sintió como un futbolista?

(Se ríe). Bueno, en esta profesión también se habla fichajes pero yo me siento periodista. El día que saltó la noticia sí me dio vértigo verme en todos los periódicos, en los digitales... ¡Bufff!

Ha vuelto a la cadena en la que empezó en 2005, ¿Ha tenido sensación de 'déjà vu'?

No mucho, porque empecé aquí pero estuve muy poco tiempo y nunca en Madrid. Hice prácticas en la delegación de Sevilla, después fui a Italia y ya me marché a Antena 3, donde he estado seis años.

Debutó el 18 de julio y dos semanas después ya la dejaron sola...

Estoy contentísima. No conocía a Pedro Piqueras, pero desde el primer momento me dijo que tenía toda su confianza.

En realidad no se ha quedado sola del todo, está con Sara Carbonero. ¿Las mujeres en televisión tienen que demostrar más que los hombres?

En el caso de Sara es diferente, ella juega en otra liga; pero sí es verdad que siempre tenemos que demostrar que no estamos ahí sólo por ser la cara de turno. Al final, el tiempo da o quita la razón.

¿A las periodistas de las televisiones españolas les pasa como a las actrices de Hollywood: a los 40 no encuentran papeles?

Es un problema, pero determinados perfiles sí aguantan. Existe ese miedo, pero lo bueno de esta profesión es que te permite dedicarte a tantas cosas que, aunque no estés en pantalla, tienes muchas posibilidades. Yo creo que será una moda pasajera y espero que cambie, no porque yo tenga la pretensión de querer estar con 50 años delante de la cámara (se ríe).

Formará pareja con David Cantero, el fichaje estrella de hace justo un año. ¡Qué casualidad!

David ha sido un descubrimiento. Estoy encantada, aunque sólo hemos trabajado juntos tres semanas. Me tranquilizó mucho que me dijera que no se arrepentía de haber venido a Telecinco.

Para este puesto había muchas candidatas...

Sí, me enteré después. Yo vengo de presentar un matinal, que tiene mucha menos audiencia y recupera mucha información del día anterior, no hay muchas posibilidades de que pasen cosas en directo. Al mediodía la responsabilidad es más grande, sobre todo porque aquí los presentadores también editan el informativo. Han depositado mucha confianza en mi trabajo.

En Antena 3 también fue reportera. Conoce los dos lados...

Me gusta estar donde está la noticia y he acordado con la Dirección de Informativos que voy a seguir haciendo coberturas especiales. Verme ya en un plató me daba un poco de vértigo porque yo soy muy de estar en el meollo. Cuando haya grandes acontecimientos, presentaré parte del informativo desde el sitio donde estén ocurriendo. No me desengancho totalmente de la calle.

Viene de un informativo matinal. ¿Cómo fue esta experiencia?

Levantarme a las 2 de la mañana y tener que poner en funcionamiento el cerebro es difícil. A cambio, creo que el horario une tanto que estás super a gusto con la gente, lo que facilita mucho las cosas. Trabajar en un matinal es duro, primero por el horario y luego porque son tres horas en directo, pero todo lo que sé de estar en un plató lo he aprendido allí. Como es el hermano pequeño de los informativos, siempre tiene menos recursos. Eso es lo que te da el rodaje.

El informativo de las tres es el más complicado porque suele haber muchas cosas abiertas...

Así es, el informativo estrella siempre ha sido el de las 9, pero el que está más vivo, más abierto, es el de las 3. El de las 9 te da tiempo a trabajarlo más, a analizar los temas, entrar en más detalles, y el de las 3 es más torbellino, más locura.

¿Es Sociedad su área favorita?

Estuve encantada, pero lo que más me gusta es Política, sobre todo la política internacional, que es lo que menos vende en el informativo. Soy menos de sucesos, nunca me han gustado. Yo lo he pasado muy mal como redactora estando en un suceso, en las mil situaciones que se pueden presentar con las familias, y me sentía un poco usurpadora de su intimidad al tener que preguntarles cómo se sentían cuando acababan de tener una gran pérdida. Personalmente, los sucesos no me gustan cuando me ha tocado cubrirlos como reportera y creo que en los informativos tienen que ser muy justificados, noticias importantes.

En marzo estuvo como enviada especial en Japón...

Sí, fueron veinte días bastante duros. Lo malo es que a mí me hubiera gustado más estar en el norte con el tsunami, cubriendo la desgracia a nivel más humano, que en lo que se convirtió al final, la alerta radiactiva.

¿Un profesional se da cuenta de que está viviendo un momento histórico, un punto de inflexión?

Sí, sí te das cuenta. Veía que se estaba planteando la crisis nuclear más grave de la historia. Estar en el plató está muy bien, pero cuando pasa algo de esa magnitud, si eres periodista lo que te apetece es estar allí.

¿Influyó la cobertura del accidente de Fukushima en su destino?

Pues sí, Piqueras me dijo que ya me habían visto en el matinal pero que esto fue determinante para que Telecinco decidiera llamarme.

Mediaset ha fusionado los informativos de Telecinco y Cuatro. ¿Pueden alcanzar o por lo menos amenazar el liderazgo de TVE?

Ángeles Blanco ya lo ha conseguido varias noches este mes. En la casa se está apostando muy fuerte por la información.