MADRID. En Alemania un juez ha determinado que Google Street View es legal y que sus actividades no suponen una intromisión en la privacidad de las personas. El juez ha dado por finalizada la polémica generada después de la denuncia de una ciudadana a la compañía.

Esta denuncia no es el único escándalo de Google Street View. En Francia la compañía ha sido sancionada con 100.000 euros por la captación de datos provados a través de la red Wi-Fi captadas por sus vehículos. Algunos ciudadanos de noruegos, en vez de escandalizarse ante la polémica, han decidido gastar una pequeña broma a los responsables de tomar las fotos de Google Street View.

Dos habitantes de la ciudad noruega de Bergen, alertados de que uno de los coches de Google andaba por su barrio, decidieron vestir sus equipos de buceo, traje de neopreno, gafas, aletas e incluso una herramienta similar a un tridente. Los dos amigos instalaron unas sillas en la calle para esperar al vehículo de Google.

Cuando lo vieron aparecer corrieron tras él durante un tramo de la calle. Uno de los bromistas, al que el diario The Telegraph identifica como Bergen Borre, asegura que solamente querían "gastar una broma". El señor Bergen se ha mostrado sorprendido ante la atención mediática de su broma. "Nunca pensamos que generaríamos esta atención", ha explicado.