A punto de cumplir tres años en "Documentos TV", ¿ha tenido más alegrías que dolores de cabeza?
Afortunadamente son muchas más las alegrías. Ocuparse de un programa de estas características, después de años de trabajo en la información diaria y en los reportajes de mayor inmediatez, es un regalo para cualquier profesional al que le guste el periodismo en profundidad. Poder adquirir y emitir los mejores documentales que se hacen en todo el mundo y elaborar nuestros propios trabajos de investigación y actualidad proporciona muchas satisfacciones. Del lado de los sinsabores, me está tocando ser testigo directo de las dificultades que atraviesan un género y una industria muy golpeados por la crisis.
¿Le dio vértigo sustituir a un icono de la casa como Pedro Erquicia?
Asumir la responsabilidad de un sello tan emblemático como el de Documentos TV, a cuyo prestigio contribuyó durante muchos años Erquicia, era un desafío personal y profesional. Pero la experiencia es una de las mejores vacunas contra esa clase de vértigos. Ten en cuenta que cuando yo llegué a la dirección de Informe Semanal, en 1994, con apenas 36 años, iba a ocupar una silla en la que me habían precedido nombres como el del propio Erquicia, Ramón Colom, María Antonia Iglesias o Baltasar Magro, entre otros ilustres colegas. En aquella ocasión sí he de confesar que me sobrecogió el peso de la responsabilidad. Pero con unos cuantos años más a cuestas, cuando me ofrecieron la posibilidad de incorporarme a Documentos TV pesó más la oportunidad que se me abría que cualquier otra consideración.
En abril el programa cumplirá 25 años, que no es cualquier cosa en televisión.
Efectivamente es algo excepcional en el panorama televisivo poder celebrar un cuarto de siglo de emisión ininterrumpida. Esto se traduce en más de mil cien documentales emitidos, por los que han transcurrido no sólo los grandes acontecimientos históricos o los grandes temas que han marcado las últimas décadas, sino también las aventuras personales de seres anónimos que han retratado la evolución de la sociedad que nos ha tocado vivir.
¿Va a haber alguna celebración?
Hemos diseñado una serie de programas especiales para abril y mayo cuyo contenido va a estar determinado por la complicidad de la audiencia. Estamos invitando a votar a través de nuestra web (www.rtve.es/documentostv) los cuatro mejores reportajes de la historia del programa para volverlos a emitir. Pero esta mirada al pasado queremos compaginarla con una mirada al futuro, con un quinto documental de producción propia, que emitiremos a finales de mayo, en el que trataremos de imaginar cómo será el mundo dentro de 25 años. Paralelamente estamos renovando los signos de identidad del programa (cabecera, rotulación, logotipo,…) y estamos intensificando nuestra presencia en Internet, donde el género documental da muestras de un creciente interés.
"Documentos TV" empezó con producción ajena. ¿En qué año comenzó a emitir reportajes propios?
En 1999. Desde entonces, TVE ha hecho un considerable esfuerzo para invertir en la producción propia de más de un centenar de títulos con la marca Documentos TV.
¿Cuántos habrá este año?
En 2011 produciremos siete documentales, pero la mayoría están en un proceso demasiado embrionario como para adelantar sus contenidos. Probablemente sólo uno se estrenará antes del verano. Se trata del destinado a imaginar cómo será el mundo dentro de 25 años, que forma parte de las emisiones conmemorativas del 25 aniversario.
En cuanto a los reportajes que compran, ¿es muy difícil seleccionar entre tanta oferta?
Se hacen muchos y muy buenos documentales en todo el mundo. La oferta sigue siendo amplísima, aunque en todos los países se han notado los efectos de la crisis. Todo proceso de selección es doloroso y nuestra capacidad se limita a emitir un documental cada semana, lo que nos obliga a prescindir de productos muy estimables.
¿Cuáles son los criterios que prevalecen para seleccionar unos y no otros?
Principalmente estamos atentos a los vínculos del documental con temas de actualidad. Pero también apreciamos el rigor y la autenticidad de las historias, la calidad o la originalidad de la realización y los objetivos temáticos del programa en el calendario de emisiones.
¿Se puede hablar de precios medios en este género o depende de muchos factores?
Son muchos los factores que influyen en el precio de un documental y es difícil hablar de cantidades. Influyen el propio coste de producción del documental, la oportunidad de su temática, si los derechos de emisión son exclusivos o no, si esos mismo derechos están disponibles para la difusión del programa en Internet, etc. En esto, como en todo, hay un mercado de oferta y demanda, aunque nosotros somos parte de ese mercado y tenemos un cierto poder de influencia en la determinación de los precios.
¿Sus principales suministradores son cadenas públicas?
No necesariamente. La iniciativa privada dentro y fuera de España juega un papel protagonista en la producción de documentales. La financiación y la emisión sí son un terreno más propio de las televisiones públicas, que ofrecen las principales ventanas para el género.
Para hacer "la compra", ¿acuden a los grandes mercados audiovisuales o se accede por otras vías?
En este terreno las cosas también han cambiado mucho. Internet se ha convertido en una herramienta de primer orden y cada vez es menos necesaria la presencia física en festivales o en mercados internacionales. Las grandes y las pequeñas productoras tienen una vida muy activa en Internet. Informan de sus proyectos, exponen sus ofertas y mantienen una comunicación abierta con sus posibles clientes. A través de la red recibimos catálogos y enlaces para visionar avances de los documentales. Es una manera rápida y eficaz de valorar las ofertas, aunque se mantienen vivos los métodos tradicionales como el envío por correo de copias de visionado o el encuentro directo de compradores y vendedores en los mercados televisivos.
¿Sus compras son mayoritariamente estadounidenses?
No, mayoritariamente europeas. Por ejemplo, en 2010 solo uno de cada cinco documentales que adquirimos era de compañías estadounidenses.
En TVE tiene una competencia feroz, desde "Comando actualidad" a "Españoles en el mundo". ¿Tienen bien delimitados los campos?
Nunca me he planteado ese formato de programas como una competencia directa de Documentos TV. Creo que la competencia más feroz con la que tenemos que convivir toda clase de espacios televisivos tiene mucho más que ver con la multiplicación de una oferta de productos audiovisuales que está diversificando las audiencias hasta límites desconocidos hace apenas unos meses. El espectador tiene mucho donde elegir y conseguir mantener su fidelidad es una tarea complicada para cualquiera.
En 1995 "Documentos TV" emitió el reportaje de Channel Four "Las habitaciones de la muerte" sobre las niñas huérfanas en China.
Tuve algo que ver con la redifusión del documental en el prime time de La 1. Yo era director de Informe Semanal en aquella época y decidimos romper el formato habitual del programa para dar entrada en la noche del sábado a la repetición de un documental que había provocado tal conmoción. Su emisión en TVE-1 multiplicó el impacto de una historia que sobrecogió dentro y fuera de España y que hoy todo el mundo recuerda. Para la propia historia de Documentos TV se ha convertido en una referencia inevitable. No me extrañaría nada que Las habitaciones de la muerte esté entre los documentales más votados en el espacio de participación que hemos abierto.