ES más guapa que en la tele", era el comentario general cuando Lisa Edelstein llegó al salón de un céntrico hotel madrileño para contestar a las preguntas de los periodistas. ¿Por qué un impertinente como House puede enamorar a las mujeres? ¿Cómo es en realidad la ambiciosa doctora Cuddy? Lisa Edelstein nos descubre en esta entrevista que ella en la vida real podría sentirse muy atraída por una personalidad como la del personaje que interpreta Hugh Laurie. Le define como atractivo, oscuro y listo. Pero, ¿cómo es ella en la vida real? ¿Cómo ve a su personaje? Resolver la tensión sexual entre estos dos caracteres sólo está en manos de los guionistas que los mueven de extremo a extremo en unas relaciones intensas y muy contradictorias.

Lisa Edelstein está convencida de que se parece mucho al personaje que le ha dado fama internacional, la doctora Cuddy en la serie House: "Nos parecemos bastante, aunque yo me visto de otra manera, voy mucho más cómoda que ella. Salvo en ese detalle, tengo que reconocer que tengo bastante que ver con la persona a la que doy vida". La actriz norteamericana gana mucho en las distancia cortas. Derrocha simpatía, risas y resulta más atractiva aún que en la serie. Durante su estancia en Madrid cautivó a los medios en general y a los periodistas que tuvieron la oportunidad de entrevistarla en particular.

Ver mundo

Le gusta viajar, perderse por el mundo, el parón de dos meses que hay entre temporada y temporada le permite hacerlo. Pero también tiene otra aficiones relacionadas con el mundo del arte: la música y la pintura: "Soy el tipo de persona que cuando me siento creativa en mi trabajo lo disfruto mucho y no necesito que esa creatividad salga por otras vías. Lo que intento hacer ahora es ver el mundo, viajar". Sonríe abiertamente al pensar en la música y la pintura: "Las cosas vienen y van, simplemente es inspiración. Pero ahora me siento bien con mi papel. Estoy en un momento bueno y me centro en esos instantes en los que disfruto trabajando".

Si algo tiene seguro es su sentido lúdico, vivir disfrutando y ofertando una mirada mixta, divertida y profesional a la vez: "Yo disfruto mucho con la vida, más que Cuddy. No voy a decir que yo no sea una mujer controladora, pero ella es mucho más controladora que yo. Quizá es porque se lo permiten. Es que los guionistas son así a la hora de crear un rol". Gesticula y mueve mucho las manos. Para las entrevistas va cómoda, como le gusta vestir habitualmente: vaqueros, una blusa suelta, tacones altos y el pelo recogido. Para posar ante los fotógrafos la cosa cambia y su vestuario se vuelve más sugerente, lo mismo que para aparecer en El hormiguero de Pablo Motos.

Durante la entrevista cuenta cómo se trabaja en una de las series que mejores resultados tiene de audiencia. Cuatro y Fox están emitiendo la sexta temporada: "Nos dan el guión el día antes de empezar a grabar. Nos sentamos todos y antes de filmar podemos oír todo el guión en voz alta. A mí no me hace mucha gracia todo esto, me gusta leer solamente mis escenas para saber qué es lo que yo tengo que hacer".

¿Qué es lo que hace al doctor House un hombre tan atractivo y sexy? Se ríe ante la pregunta, pone los ojos en blanco y se dispone a dar la visión personal de Lisa Edelstein, no de la doctora Cuddy: "Tiene una cara atractiva, unos ojos preciosos, es listo, audaz, es oscuro... Es muy gracioso, es irreverente. Sí, es atractivo, es sexy y muchas cosas más". No tiene duda a la hora de decir que ella, en la vida real, aguantaría a una persona como House, contesta con una única palabra, y en castellano: "Absolutamente". Confiesa que le gustaría que hubiera más acción entre House y la doctora Cuddy, pero reconocer que la tensión sexual entre ellos está en manos de los guionistas: "Te dan el guión y te dicen en él, ahora te quitas la ropa, ahora te la pones; te acercan, te alejan..., son los guionistas quienes deciden cómo vamos evolucionando, pero me gustaría tener, cómo decirlo, más acción entre los dos. Veremos si me hacen caso".

Si algo destaca en su personaje es la ambición, una característica que no siempre es juzgada en positivo, sobre todo si quien la ejerce es una mujer. "Pienso que es una cuestión cultural. Yo estoy a caballo entre Los Ángeles y Nueva York. Son ciudades muy sofisticadas, muy urbanas y triunfa la ambición. Creo que la ambición descarada, desbordada, no es atractiva. Quizá tendríamos que hablar de entusiasmo, eso sí que es una característica que se puede juzgar en positivo. Ambición y entusiasmo son dos términos distintos, tienen una connotación diferente. La ambición se le puede aplicar a alguien que llegará adonde se ha propuesto, aunque tenga que derrumbar a otros. Pero si hablamos de entusiasmo diríamos que significa tener una fuerza para ir en una sola dirección, pero sin derrumbar a nadie".

Todo por House

Lisa Edelstein ha vivido la experiencia de ser dirigida por su compañero Hugh Laurie en un capítulo: "Fue una experiencia buenísima el haber sido dirigida por él por muchas razones: fue agradable escucharle con su propio acento inglés y no tener que oírle forzando el acento americano. También pudo dejar de andar cojo, es algo que le agobia mucho. Fingir la cojera es algo muy costoso para él. Le admiro tanto como actor que disfruté mucho cuando me dirigió en ese capítulo especial. Era una manera de mostrar su gran talento como actor, ya que él buscaba en la dirección pequeñas idiosincrasias de la interpretación que él detecta inmediatamente".

A lo largo de la entrevista, Gregory House, el personaje, entra y sale. Lisa Edelstein regala muchos halagos, no sólo al actor, también al perfil del irreverente y hostil médico del hospital que ella dirige. ¿Podría enamorarse usted de House? La respuesta también es castellano y rotunda: "¿Yo, Lisa Edelstein? Absolutamente. Creo que podría enamorarme de alguien así. Por él en la serie he dejado de lado muchos principios médicos inalterables en esta profesión". ¿Pero qué más estaría dispuesta a hacer por él?: "Hablas de la doctora Cuddy, ¿no? No sé, cada día es una sorpresa y te enteras cuando lees el guión. Pasas una página y dices: Ahora me tengo que quitar la ropa, ja, ja, ja... ¡Qué más puedo hacer por él! Son los guiones quienes nos mueven a los dos; pero sí, se podrían hacer más cosas por él. Ja, ja, ja". Le gusta esa relación amor-odio que mantienen ella y su irreverente subordinado: "Es muy interesante. ¿Cómo acabará? No lo sé, puedo elucubrar, pero tú también puedes hacerlo. Sé tanto como tú".