La pérdida de dientes es una situación a la que se tienen que enfrentar muchas personas y que no solamente afecta a pacientes de edad avanzada puesto que también encontramos numerosos jóvenes y adultos.

Son muchas las causas que provocan esta situación como por ejemplo la vejez, enfermedades periodontales, caries o fracturas dentales.

La principal consecuencia la encontramos en la pérdida de FUNCIONALIDAD, ya que tendrán dificultades para llevar a cabo tareas cotidianas como por ejemplo masticar o hablar, así como en el plano ESTÉTICO y EMOCIONAL, puesto que perder un diente afecta gravemente la estética dental del paciente, especialmente si estamos ante una pieza visible al sonreir (incisivos y caninos). Es muy común además que el paciente desarrolle inseguridad y falta de autoestima, ya que puede conllevar problemas en ámbitos sociales y laborales.

No sólo crea incomodidad (se alojan restos de comida en el hueco) ya que además esta situación implica un mayor trabajo para el resto de dientes y ello significa mayor DESGASTE de estas piezas. Por otra parte hay que hablar de que al crearse un espacio, el resto de dientes se mueven produciéndose un DESAJUSTE en la posición de los dientes adyacentes.

No tener dientes afecta directamente al hueso alveolar, que es el que se encuentra por debajo de las piezas. Éste necesita de la estimulación de la masticación para mantener su forma y densidad, por lo que, si este proceso no se lleva a cabo, el hueso se reduce (ATROFIA) y afecta a las encías. Si continúa el daño y se acaba con el hueso alveolar, la mandíbula también empieza a sufrir daños, con la consecuente pérdida de estética y funcionalidad.

Con una buena higiene y controles periódicos por parte del especialista, las piezas pueden durar toda la vida. Sin embargo, ya sea por desconocimiento o por falta de recursos, en muchas ocasiones se deja algo tan básico como la salud bucodental en un segundo plano, y por diferentes causas se produce la pérdida de dientes que, más allá de la estética, afectan a la vida normal de quien lo padece con dolores o imposibilidad para comer.

Además, puede llegar a afectar a la salud en general del cuerpo tal y como han demostrado varios estudios que aseveran que patologías como la periodontitis pueden influir en enfermedades cardíacas, digestivas, diabetes , etc.

Hay que tomar medidas ante esta situación, sobre todo si consideramos las numerosas técnicas de restauración dental que tenemos a nuestra disposición y que nos servirán para reponer el o los dientes perdidos; bien mediante prótesis fijas (coronas y puentes convencionales o prótesis sobre implantes) o mediante prótesis removibles.

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