En el Ministerio de Sanidad han establecido una serie de consejos sanitarios, a pesar de que todo indica que es complicado contagiarse de coronavirus durante el baño, aunque sostiene, y con razón, que no hay que bajar la guardia "porque el virus sigue entre nosotros; no ha desaparecido", por lo que el riesgo de rebrotes continúa.

Recuerdan las autoridades sanitarias que no deben acudir a playas ni a piscinas todas aquellas personas que tengan el menor síntoma, y que deberán salir inmediatamente del agua las que tosan o estornuden de modo no habitual.

La limpieza es otra de las claves para garantizar un ambiente seguro en todas las instalaciones. Es indispensable la desinfección constante de las superficies y los elementos comunes, como el suelo, las hamacas, la duchas o las escaleras, en el caso de las piscinas, "ya que el virus puede permanecer activo en el acero inoxidable hasta 48 horas, y en el plástico hasta 72".

Aforo e higiene

En el Estado español son los ayuntamientos los que determinan en cada municipio costero el aforo de las playas, y muchos han establecido ya el tiempo de permanencia en ellas. Mientras, en las piscinas públicas se ha limitado al 30% de su capacidad, tanto dentro como fuera del agua.

Este verano se prohíbe la entrada en las piscinas a quienes hayan estado enfermos con vómitos o diarrea en las últimas dos semanas. Asimismo, no se podrá saltar ni chapotear en el agua y tampoco se pueden usar materiales de juego como pelotas, colchonetas o aletas.

Será obligatorio el uso de chancletas en todo el recinto y se incidirá en la necesidad de ducharse antes y después de cada baño. Todos los objetos personales como toalla, botes de crema, calzado o mochilas deben permanecer dentro del perímetro de seguridad establecido, evitándose así el contacto con el resto de los usuarios.

Estas medidas, según indican en Sanidad, tienen como única finalidad garantizar la seguridad de las personas que disfrutan del baño y evitar la propagación del covid-19.

Estas son las medidas que hay que adoptar para impedir la extensión del virus:

1- Distancia de dos metros para los bañistas. Los expertos recalcan que la mejor manera de evitar el contagio es mantener la distancia física de por lo menos dos metros. Si no es posible, es obligatorio el uso de mascarillas. La distancia física es obligatoria también para los bañistas dentro del agua.

2- Lavado de manos. La higiene extrema es una medida que los médicos recomiendan que se lleve a cabo para evitar que nos toquemos la cara con las manos que podrían estar infectadas por el virus. Por ello, el protocolo sanitario apunta que deberá colocarse un sistema de limpieza y desinfección de manos tanto a la entrada como a la salida de las instalaciones.

3- Control del cloro. Las empresas responsables del mantenimiento de las piscinas tendrán que llevar un control diario del agua para medir el pH y el cloro, así como que en todo momento los niveles sean los adecuados. Los expertos coinciden en señalar que tanto el cloro de las piscinas como la sal del agua de mar logran hacer que el Covid-19 pierda fuerza.

4- Desinfección de zonas comunes. Los elementos utilizados por todos los usuarios de playas y piscinas tienen que ser desinfectados varias veces al día para minimizar la propagación del virus.

5- Utilización del calzado adecuado. Por lo menos en las instalaciones públicas, a la entrada deberá estar instalado un sistema de limpieza de calzado para desinfectar las suelas. En el interior se tendrá que utilizar un calzado distinto al que se llevaba para andar por la calle.