amos los primeros pasos de nuestra andadura desde la localidad de Behorlegi, desde donde se distinguen claramente el par de picos que vamos a ascender. Salimos desde el cruce sito bajo la iglesia y avanzamos por la calle principal dejando atrás el pueblo por el extremo opuesto. Bajamos por la carretera hasta el cauce del río Urhandia, donde vamos a cruzar dos puentes y en ambas ocasiones, tras hacerlo, giramos a la izquierda. Una vez bajo la portentosa arista de Behorlegituturru, caminamos junto a unos grandes establos ganaderos (375 m, 30 min) por una pista. Al llegar a una curva la abandonamos y nos desviamos por el camino de la derecha.

Subimos parejos a las aguas que corren por el barranco de Olhazarre, manteniéndonos en la primera bifurcación junto al curso fluvial y en la segunda yéndonos por la derecha y, por tanto, cambiando de orilla. En lo que ascendemos vamos descubriendo la mayor parte de la cresta rocosa de Behorlegituturru, hasta llegar a un portillo con un pasto que dejamos a la izquierda para seguir por el sendero de cairns que se adentra en el bosque. Los hitos pétreos nos guían entre una suma de senderos y caminos, al cual se suman más adelante balizas verdes y amarillas. Bosque a través ganamos altura sobre el barranco y aparecemos en un claro bajo cielo ante un helechal, donde seguimos las estacas y volvemos al interior del bosque. Cruzamos un par de arroyos y ascendemos bajo los roquedos de la cresta, siguiendo en los cruces la línea de cairns.

Dejamos de subir en paralelo al barranco y nos escoramos a la derecha, alejándonos del mismo hasta un enlace con un camino mayor, que seguimos por la izquierda, prolongando el ascenso boscoso por el posterior sendero estrecho, que casi devora la vegetación durante unos metros previos a pasar ante el pasto cercado con una borda en el mismo.

Estamos en la zona superior del bosque, bajo el collado de Egurze, y desde el paso del cercado el sendero prosigue adelante. Lo secundamos, pero con mucha atención, dado que hay que abandonarlo antes de llegar a un arroyo, saliendo del bosque al prado colindante por el cual subimos rápidamente hasta el collado de Egurze (911 m, 1 h 45 min).

Allí giramos a la izquierda por la pista, hasta conectar con el sendero de cairns destinado al collado de Harritxarte, emplazado en un corte de la arista rocosa de Behorlegituturru. Subir hasta él es un trabajo sinuoso pero cómodo. Una vez en Harritxarte giramos a la derecha para enfilar hacia la cima y esquivamos el peñasco que tenemos delante por el sendero de la izquierda, que tras ganar el cuello superior nos conduce directos a la cima de Behorlegituturru (1.265 m, 2 h 30 min).

Avanzamos una treintena de metros más allá de la cumbre y nos despegamos de la cresta dibujando un trazado casi recto de descenso al cruce de caminos de Landerre, que desde la cresta queda abajo a nuestra izquierda. Cuando llegamos a este cruzamos la carretera y subimos por la pista hasta un depósito de aguas, tras el cual parte el sendero que asalta la ladera que nos permite entrar en la extensa pradera de Hauskoa (1.268 m, 3 h 15 min).

Desde el cairn que representa la cima en la parte norte de la pradera, la atravesamos hacia el sur, con Behorlegituturru como referencia de rumbo, pasando a descender por la ladera posterior al prado sin necesidad de senderos. Cuando estamos llegando a la carretera buscamos un grupo de rocas que nos permite el paso sin necesidad de saltar el cercado que precede al asfalto, que atravesamos para seguir pradera abajo a enlazar con una pista hacia las bordas de Landerre.

Antes de llegar a la citada pareja de bordas, hallamos un camino de tierra ascendente, a través del cual volvemos de nuevo hasta el collado de Harritxarte, punto desde donde deshacemos nuestros pasos para retornar a Behorlegi.

La estafa de las pequeñas tachuelas verdes

Cuando alguien desconoce a fondo las montañas de Euskal Herria y los Pirineos occidentales, afirma que sus montañas son de ascenso sencillo dada su escasa altitud. No es del todo desacertado; no hay distancias kilométricas por salvar, ni arriesgadas trepadas por verticales conductos de roca, ni resbaladizos glaciares. Sin embargo, cuando subimos una montaña de 1.900 metros de altitud desde un punto situado a 500 metros, la dificultad estriba en el desnivel. Son escasas las cumbres que sobrepasan los dos mil metros de altitud, pero partimos en muchas ocasiones de pueblos y localizaciones muy bajas. Así, es buena idea, antes de calzarse las botas, comprobar el desnivel y concienciarse de que el “paseo” es en ascenso. No nos dejemos engañar por la falsa amabilidad de la baja altitud de la cima.

Vamos desde Donazaharre (Saint-Jean-le-Vieux) por la carretera D 18 hasta Mendibe y seguimos después las indicaciones de las señales para ir por la D 117 hasta Behorlegi.

Media.

1.200 m.

5h 30 min.

1346 ET. Forêt d´Iraty. Escala 1:25.000. Ed. IGN.

Rutas por Euskal Herria

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