“Nunca he querido dejar de ser peluquera y estilista y es mi pasión y mi profesión junto con mi familia”. Toda una declaración de intenciones la que hace Yolanda Ruiz al frente del salón de belleza que lleva su mismo nombre y que hace algo más de dos años y medio abrió en el centro de la localidad de Alegría-Dulantzi. Y es que en enero de 2025 se cumplirán tres años desde que nuestra protagonista vio la oportunidad de coger este negocio ya que su antigua dueña se jubilaba.

“Claro que da miedo el tener un negocio propio y emprender, pero era el momento o no lo iba a hacer”, nos cuenta Yolanda sobre una carrera como peluquera y profesional de la belleza que empezó cuando solo tenía 16 años y comenzó sus estudios de peluquería. Formación que iba compaginando con trabajos por las tardes al salir de la academia. 

“Tengo 42 años y llevo muchos años dedicada a un sector que me apasiona, que disfruto y donde cada día me sumo a nuevos retos ya que me gusta innovar, aprender…” nos explica Yolanda Ruiz de un trabajo que, para ella, es algo más. Es una pasión que, además, contagia a todo aquel que la escucha. 

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En imágenes: Yolanda, la peluquera que corta el pelo de Alegría-Dulantzi Aitor Álvarez

Si mira atrás…

Si mira atrás y hace un repaso de lo que son esos casi 30 años de profesión, las palabras que le vienen a la mente a Yolanda son las de satisfacción y orgullo. Nunca ha parado de trabajar en todos estos años y esto al final se traduce en una clientela que es fiel a su trabajo, a su estilo y a lo que hace. Se lo demuestra saliendo feliz de su salón.

Esto no es suerte, es trabajo, mucho esfuerzo, muchas horas de dedicación, saber rodearse de un buen equipo (como el que tiene ahora en su propio espacio como ella misma dice) y ser de lo más cercana y amable con todo aquel que cruza la puerta de su salón. 

El salón de peluquería y estética de Yolanda Ruiz Aitor Álvarez

Y esto mismo es lo que lleva cosechando desde hace casi tres años cuando decidió coger las riendas de un negocio, de la mano de la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que iba a cerrar por la jubilación de su antigua dueña. “Solo tengo palabras de agradecimiento a todo el pueblo por la acogida que me dieron cuando abrí las puertas del salón y por la confianza que me demuestran cada día”. Un salón que recibe a grandes y pequeños, hombres y mujeres que quieren un nuevo cambio en su aspecto o un servicio especializado en belleza. Un rato de autocuidado y bienestar que nunca viene del todo mal. 

Yolanda lavando el pelo a una de sus clientas Aitor Álvarez

“La verdad es que con el miedo que tenía al principio de abrir el salón, ha sido toda una suerte estar en Alegría-Dulantzi”, nos cuenta Yolanda que nunca pensó en volver a Vitoria para trabajar de peluquera o abrir su propio centro de belleza. “Vivo en un pequeño pueblo aquí cerca, mi hijo va al colegio aquí y me siento como en casa”. A veces el destino tiene estas cosas curiosas y todo se alineó para que Yolanda abriese su negocio en una localidad donde se siente como una más. Así se lo han demostrado y así lo devuelve ella cada día con su sonrisa. 

Iniciativa apoyada por Gaztenpresa, Gobierno Vasco y Lanbide

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