Los efectos de los fuertes vientos que azotaron Vitoria la semana pasada aún son visibles en muchos puntos de la capital alavesa. Árboles caídos, ramas rotas y montañas de hojas secas se esparcen por parques y aceras de la ciudad junto a restos de basura en alcorques, arbustos y otros rincones de calles y jardines.

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En imágenes: el fuerte viento golpea Vitoria Jorge Muñoz/Pilar Barco

El debate sobre si Vitoria está limpia es recurrente en las conversaciones de los vecinos y vecinas de Gasteiz y días después del vendaval, quienes opinan que la limpieza es mejorable tienen más argumentos para defender su postura. Aunque sean circunstanciales.

Las condiciones meteorológicas de la pasada semana han contribuido a empañar más la imagen que presentan muchos puntos de la ciudad.

Es el caso del tramo del río Batán que aflora en la Avenida Gasteiz, concretamente en el tramo entre las calles beato Tomás de Zumárraga y la calle Chile.

Más allá del incivismo ciudadano de algunos, una aspecto al que no hay que restarle su peso en la ecuación, la prueba de que el viento ha sido el principal causante de la deplorable imagen que presenta el riachuelo es que, el siguiente tramo del mismo frente al Palacio Europa presenta un aspecto casi impoluto.

De esto se deduce que posiblemente haya sido una bolsa de basura volada por el viento, una papelera caída por las fuertes ráfagas o los restos de un contenedor volcado, el motivo principal del estado que presenta ese tramo de la zona naturalizada en la Avenida.

Sea por el motivo que sea, la imagen de esta zona verde en una de las principales arterias de la capital alavesa es lamentable, así como el de la plazoleta que hace esquina entre la Avenida y la calle Chile, llena de basura desperdigada por el suelo