Ya bien entrado el verano, surge una duda en el momento en el que nos queremos ir de vacaciones: ¿cómo podemos viajar sin gastar mucho dinero? Aunque no lo parezca, existen destinos con mucho que ver y visitar, que podemos conocer sin realizar grandes gastos. Y, lo mejor de todo: sin salir de Europa.
Esto significa que tendremos que olvidar las clásicas capitales europeas como Londres o París, además de adentrarnos en países poco frecuentados por los turistas pero que pueden resultar una alternativa más que interesante para ir en verano.
Destinos alternativos
Tras realizar varias consultas con la inteligencia artificial, analizar algunos de los portales especializados en viajes o echar un vistazo a los destinos más demandados en las principales aerolíneas, hemos elaborado el siguiente listado de países perfectos a los que ir.
Bosnia
Ubicado en los Balcanes, Bosnia es un destino que reúne mucha historia a quien la visite. Es un claro ejemplo de diversidad cultural y religiosa (islam y cristianismo tanto católico como ortodoxo), con ciudades como la capital, Sarajevo, u otras también conocidas como Mostar, cuyo simbólico puente es mundialmente famoso.
Además, este país eslavo, con precios económicos, es ideal para los amantes de la naturaleza. Las montañas, ríos y lagos del país son perfectos para actividades al aire libre como el senderismo. El Parque Nacional Sutjeska, por ejemplo, alberga el bosque virgen más antiguo de Europa.
Bulgaria
Bulgaria es otro destino con una rica herencia cultural y natural, y su costo de vida es uno de los más bajos de Europa. La capital, Sofía, tiene en la Catedral de Alejandro Nevski y el Teatro Nacional Ivan Vazov dos de los principales atractivos de la ciudad.
Para aquellos que buscan sol y playa, la costa del Mar Negro en Bulgaria ofrece hermosas playas y resorts a precios asequibles. Otras ciudades como Varna y Burgas son populares entre los turistas que buscan disfrutar del mar y del ambiente festivo sin gastar demasiado.
Hungría
En pleno centro del continente europeo, Hungría, con su capital Budapest a la cabeza, es un lugar digno de visitar. Esta ciudad es popular por sus baños termales, el Puente de las Cadenas, su imponente Parlamento y el Castillo de Buda. Bañado por el río Danubio, es una opción asequible a la par que interesante para visitar.
Además de Budapest, este país tiene mucho que ofrecer. Las ciudades históricas de Eger y Pécs, los viñedos de la región de Tokaj y el Lago Balatón, conocido como el "mar húngaro", son imprescindibles La comida y bebida no son muy caras, por lo que no representa problemas para quien tenga un presupuesto limitado.
Letonia
A orillas del mar Báltico, tenemos Letonia. Su capital, Riga, es conocida por su arquitectura art nouveau, su casco antiguo medieval y su vida cultural. La Plaza del Ayuntamiento y la Casa de las Cabezas Negras son algunos de los puntos destacados de esta ciudad del norte de Europa.
Fuera de Riga, podemos encontrar paisajes naturales vírgenes, como los parques nacionales de Gauja y Kemeri, en los que se pueden realizar actividades deportivas al aire libre y otras como la observación de aves. Las playas de Jurmala, a solo unos kilómetros de Riga, son idóneas para relajarse y disfrutar del sol.
Polonia
Polonia es un destino vale la pena visitar si lo tuyo son ciudades de cuento y conocer historia. Varsovia, la capital, es cuna de arquitectura moderna y antigua. El casco antiguo de Varsovia, reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y un lugar lleno de encanto.
Al margen de Varsovia, otras ciudades a mencionar son Cracovia, Gdańsk, Poznań y Lublin, entre otras. También podemos adentrarnos en sus áreas rurales, que incluyen paisajes pintorescos, como los Montes Tatra y la región de los lagos de Masuria. Asimismo, el no usar euro hace que no sea un país muy caro.
Rumanía
Rumanía es el último país de la lista que aconsejamos visitar. Reúne impresionantes parajes y una rica historia, empezando por Bucarest, la capital, donde podemos hallar su interesante arquitectura y el increíble Palacio del Parlamento, uno de los edificios más grandes del mundo.
La región de Transilvania, famosa por sus castillos y sus leyendas de vampiros, es una visita obligada. El Castillo de Bran, asociado con la leyenda de Drácula, y las ciudades medievales de Brasov y Sibiu son otros atractivos. Los montes Cárpatos completan la oferta natural de este país europeo.