La vicepresidenta del Parlamento Europeo (PE), la socialdemócrata griega Eva Kaili, que está involucrada en un caso de corrupción que vincula a Catar con la Eurocámara, es una polémica figura en Grecia y durante los últimos meses su relación con el Partido de los Socialistas Europeos (PSE) y con el PASOK, su formación nacional, estaba deteriorada.

Kailí, de 44 años, es una de las cuatro personas a las que un juez belga decidió hoy mantener bajo arresto e imputar por el delito de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción.

Su compañero, el italiano Franceso Giorgi, también ha sido imputado y mantenido bajo arresto, mientras que el padre de Kailí, a quien la policía detuvo el pasado día 9 mientras intentaba escapar con 600.000 euros en una bolsa, ha sido puesto en libertad condicional.

RELACIÓN TENSA CON LOS SOCIALDEMÓCRATAS

La carrera política de Kailí empezó en 2007 cuando a los 29 años fue elegida diputada con los socialdemócratas de PASOK en el Parlamento heleno. En 2014 se presentó a las elecciones europeas, en las que fue elegida eurodiputada con esta formación y a principios de este año fue elegida vicepresidenta de la Eurocámara.

Durante los últimos meses la relación de Kailí con el PSE se empezó a deteriorar, especialmente después de que en septiembre pasado rompió la línea de abstención que el partido había adoptado respecto a la votación con la que se elegiría al próximo secretario de la Eurocámara.

Kailí se negó a abstenerse e incluso votó a favor de Alessandro Chioccetti, eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE), lo que provocó duras críticas en su contra por la mayor parte del grupo parlamentario de los socialdemócratas.

Su relación con el grupo parlamentario del PSE y su dirección empeoró cuando a finales de noviembre, durante un discurso en el pleno de la Eurocámara, la eurodiputada apoyó a Catar al señalar que este país es "innovador" en cuanto a los derechos laborales y que se había convertido en objeto de "bullying" por parte de Occidente.

UNA SOCIALDEMÓCRATA DE DERECHAS

Aunque Kailí militó desde joven en el PASOK, primero en la rama juvenil y después como miembro del consejo municipal de su ciudad natal, Salónica, durante los últimos años ha expresado varias veces posturas que se acercan más a la de los conservadores de Nueva Democracia, partido que está actualmente en el Gobierno griego.

Durante las protestas previas a la firma del Acuerdo de Prespas en 2018, que resolvió una disputa de décadas entre Grecia y Macedonia del Norte respecto al nombre oficial de este último país, Kailí apoyó a los conservadores --entonces en la oposición-- y al nacionalismo griego que se oponía al acuerdo por considerar "traición" que se permita al país eslavo usar el término "Macedonia", ya que así se llama también una región de Grecia.

Aunque pertenece hace años al ala derechista de PASOK, que actualmente forma la oposición interna al presidente del partido, Nikos Andrulakis, la relación de Kailí con el líder socialdemócrata practicamente se rompió tras la postura que la eurodiputada adoptó respecto al escándalo de espionaje en el que está inmerso el Ejecutivo conservador desde agosto.

"Es algo común y le ha sucedido también a otras personas", declaro Kailí poco después de que saliera a la luz el intento de observar a Andrulakis con el sistema espía Predator.

Kailí decidió además no acudir a la audiencia en Bruselas de la comisión PEGA del Parlamento Europeo --de la que es miembro--, ante la cual declararon varios periodistas griegos que habían sido espiados, pese a que el escándalo estalló con la revelación del espionaje de su líder por los servicios secretos helenos.

"CABALLO DE TROYA"

Tras apartarla de las filas de PASOK el viernes, Andrulakis recalcó que Kailí funcionaba como un "caballo de troya de los conservadores" en su formación y que ya había comunicado a la eurodiputada en septiembre que no la incluiría en las listas de la formación para las elecciones europeas de 2024.

Los Socialistas y Demócratas de la Eurocámara decidieron ayer, sábado, suspender a Kailí del grupo parlamentario, mientras sus funciones en el cargo de vicepresidenta han sido suspendidas por la presidenta de la Eurocámara, la maltesa Roberta Metsola.