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Italia asegura no figurar entre los países implicados por financiación rusa

Salvini, que no oculta su admiración por Putin, amenaza con acudir a los tribunales tras estas nuevas informaciones

Italia asegura no figurar entre los países implicados por financiación rusa

Italia no figura entre los países afectados por las acusaciones de los servicios secretos de EEUU de que Rusia ha financiado con 300 millones de dólares a partidos y candidatos políticos de varios países, según reveló la noche del viernes el Gobierno italiano, tras las sospechas que han sacudido la campaña electoral italiana para las elecciones generales que se celebrarán el próximo día 25.

Franco Gabrielli, máxima autoridad del Gobierno en seguridad, aportó “elementos relativos a las recientes declaraciones de la Administración de EEUU sobre la injerencia rusa en los procesos democráticos de los que no se desprende ningún perfil relativo a la seguridad nacional de nuestro país”, dijo el presidente del Comité Parlamentario para la Seguridad de la República (Copasir), Adolfo Urso.

Sin sospecha

La información compartida por Gabrielli se basa en dos informes elaborados por el Departamento de Inteligencia de Seguridad (DIS) y la Agencia de Inteligencia y Seguridad Exterior (AISE), según los cuales no hay registros ni ningún tipo de referencia que salpique a los partidos políticos italianos en los informes de EEUU, según destacaron los medios locales del país.

Varios líderes políticos, como el progresista Enrico Lett, secretario del Partido Demócrata (PD), habían pedido que el Gobierno italiano aclarase inmediatamente la situación, dado que había numerosas sospechas de que podría haber partidos italianos involucrados en este escándalo. En particular fueron los partidos de la derecha, la gran favorita en los comicios, los que más dudas generaron al conocerse esta polémica.

Salvini se defiende

“Es extraño que diez días antes de las elecciones presidenciales lleguen estas noticias falsas: hay investigaciones abiertas desde hace años, nunca se ha encontrado nada porque no hay nada. Otra cosa es trabajar por la paz y tratar de detener la guerra”, declaró el pasado martes, al conocerse las revelaciones de Estados Unidos, el político y candidato ultraderechista Matteo Salvini.

Salvini, que no ha ocultado en el pasado su admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó con acudir a los tribunales tras estas nuevas informaciones, al igual que Giorgia Meloni, la líder de los ultras Hermanos de Italia (FdI) y favorita para ser la próxima primera ministra tras los comicios del 25 de septiembre.

“Nuestras formas de financiación son todas verificables. Estoy segura de que FdI no acepta dinero de los extranjeros”, dijo al anunciar una demanda contra el diario Repubblica y el exembajador de estadounidense Paul Volker, quien afirma en el medio que “las simpatías por Rusia de la Liga y Berlusconi eran sabidas, pero ahora el estribillo recurrente es que también FdI ha recibido ayudas”.

La Embajada de Rusia en Roma desmintió tajantemente las imputaciones de EEUU, a cuyo Gobierno acusó a su vez de interferir en las elecciones italianas lanzando denuncias sin pruebas a pocos días del voto.

“Estados Unidos intenta una vez más acusar a Rusia de injerencia en los asuntos internos de los países occidentales, especialmente en el proceso electoral. La ausencia de pruebas no es convincente. ¿Y qué sería esto sino un intento descarado de manipular la opinión pública en vísperas de las elecciones?”, escribió en las redes sociales.

The Washington Post publicó este martes que los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos acusan a Rusia de haber financiado con 300 millones de dólares a partidos y candidatos de otros países con el objetivo de influir en su vida política, citando fuentes anónimas del Gobierno estadounidense.

Elecciones a la vista

El primer ministro italiano, Mario Draghi fue preguntado el pasado viernes por las formaciones de derechas Liga y Hermanos de Italia y su voto en contra de la resolución del Parlamento Europeo que niega que haya democracia en Hungría.

“Hay que preguntarse ¿quién me ayuda a proteger mejor a los italianos? ¿Quiénes son los que más cuentan entre estos socios?”, aseguró el todavía primer ministro, quien respondió con un seco “no” a la pregunta sobre si estaría disponible a encabezar un nuevo Gobierno.