- Hungría condicionó ayer su apoyo a la propuesta de la Comisión Europea (CE) de embargar las importaciones de petróleo ruso a nuevas ayudas financieras. Concretamente, el Gobierno magiar del ultranacionalista Viktor Orbán espera que Bruselas le ofrezca “un programa de modernización en la infraestructura de abastecimiento de energía que costaría muchos miles de euros”, según indicó ayer el ministro de Exteriores del país centroeuropeo, Péter Szijjártó.

“No solo se trata de las refinerías y oleoductos, sino que también esperamos propuestas sobre el futuro de Hungría”, dijo el jefe de la diplomacia húngara en un vídeo publicado en la red social Facebook.

El ministro insistió en que su país solo apoyaría las sanciones europeas al crudo ruso si la CE propone soluciones para modernizar sus infraestructuras de forma que aseguren el abastecimiento energético, aunque reconoció lo difícil que sería lograr ese objetivo.

De momento, Szijjártó admitió no ver “ninguna propuesta -por parte de la UE- que pueda gestionar las consecuencias del embargo a la economía húngara”, altamente dependiente de los flujos de petróleo y gas de Rusia, que llegan por oleoductos y gasoductos. Por esta razón, Hungría, que no tiene salida al mar, estaría dispuesta a apoyar un embargo energético a Rusia únicamente si “se aplica al transporte marítimo del crudo y no afecta al transporte por oleoductos”.

Tanto la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, como el presidente de turno de la UE y de Francia, Emmanuel Macron, han intensificado en los últimos días las conversaciones con Orbán para intentar un acuerdo que disipe sus reticencias a aprobar el sexto paquete de sanciones contra Moscú por la invasión de Ucrania.

El paquete, propuesto el miércoles pasado, incluye vetar las importaciones del petróleo ruso en un máximo de ocho meses, con la excepción de Hungría y Eslovaquia, que obtendrían plazos más prolongados.

Actualmente, Hungría importa de Rusia el 65% del petróleo y el 85% del gas que usa y es el principal aliado de Putin en Europa.