La policía sueca ha practicado 26 detenciones en los disturbios registrados en distintos puntos del país el pasado fin de semana, a raíz de una serie de concentraciones islamófobas en que se convocó a "quemar el Corán" y en las que confluyeron ultraderechistas y manifestantes de signo contrario. Según la televisión pública sueca SVT, 8 de esas detenciones se produjeron el domingo en la ciudad de Norrköping, unos 100 kilómetros al sur de Estocolmo, donde además hubo tres heridos por disparos de fogueo al intentar la policía dispersar a los concentrados.
El resto de las detenciones se realizaron en la vecina localidad de Linkoping, donde se registraron asimismo protestas contra las convocatorias lanzadas en diversos puntos del país por el partido ultraderechista "Stram Kurs" -"Curso Firme"-. El líder de este grupo radical, el sueco-danés Rasmus Paludan, había organizado concentraciones en varias ciudades, incluida Estocolmo, a lo largo de estas festividades, en cada una de las cuales anunciaba la quema de un ejemplar del Corán.
El sábado hubo ya graves altercados en Malmö, donde fueron incendiados un autobús y otros vehículos resultaron dañados en el punto donde iba a celebrarse esa concentración, que había sido autorizada. El viernes se habían producido incidentes parecidos entre ultraderechistas y contramanifestantes en la ciudad de Örebro, donde varios policías resultaron heridos. "Curso Firme" es un partido xenófobo marginal, liderado por el abogado Paludan, de doble nacionalidad sueco-danesa, que hace campaña con la prohibición del Islam y la expulsión de los inmigrantes no europeos.
Paludan ha adquirido cierta notoriedad con la difusión en redes sociales de videos provocadores y xenófobos. Tras haber agitado en el pasado campañas electorales en Dinamarca, pretende hacerlo ahora en Suecia, donde en septiembre se celebrarán comicios legislativos. Sus llamadas a "quemar el Corán" han provocado reacciones tanto en Irán como en Irak. El Gobierno iraquí protestó ya el domingo por lo que consideró una "ofensa grave" y una "provocación" hacia los musulmanes, coincidiendo además con el mes sagrado del Ramadán. El embajador en funciones de Suecia en Teherán fue convocado por las autoridades iraníes para trasladarle su condena por esas concentraciones, que a juicio de Irán se celebran "bajo el pretexto de la libertad de expresión con el apoyo de la Policía sueca". Asimismo, ha habido reacciones de condena por parte de Malasia.