- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió ayer a la Unión Europea (UE) que trabajará para aumentar las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de su país y de otros “socios internacionales” a corto y medio plazo para ayudar al bloque comunitario a huir del carburante ruso. El líder estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escenificaron en una comparecencia sin preguntas la unidad de ambas partes para garantizar el suministro energético como respuesta al ataque ruso a Ucrania.
Biden celebró el compromiso de la UE para “reducir rápidamente su dependencia” de los hidrocarburos rusos a pesar de que esto tendrá un “coste” para el club comunitario, al tiempo que aseguró que Washington trabajará con sus “socios internacionales” para garantizar “al menos” 15 bcm (miles de millones de metros cúbicos) adicionales de GNL” para Europa en 2022.
La UE lleva varios años aumentando sus compras de gas natural licuado a Estados Unidos, que el pasado año alcanzaron los 22,2 bcm, lo que significa que ambos socios aspiran a elevar un 67,5% las entregas de este combustible fósil.
El objetivo, explicó Biden, es alcanzar en 2030 una cota de importaciones estadounidenses de GNL de 50 bcm, algo que a su juicio “no entra en conflicto” con los objetivos climáticos pero “llevará algún tiempo” por la necesidad de construir infraestructuras para los barcos metaneros.
EEUU y la UE “van a trabajar para reducir su dependencia del gas, y punto”, y desplegar más plantas de generación renovable e invertir en nuevas tecnologías como el hidrógeno verde, dijo el estadounidense.
Por su parte, la jefa del Ejecutivo comunitario, destacó que la UE desea “diversificar” su suministro de gas a través de proveedores mundiales que son “amigos y fiables”. El plan de Bruselas para sustituir en 2022 el gas ruso pasa por incrementar en 50 bcm las importaciones de GNL tanto de EEUU como de Catar, Egipto o Nigeria, y otros 10 bcm por gasoductos de Azerbaiyán, Argelia y Noruega, mientras que 20 bcm se reemplazarían con el despliegue adicional de fuentes de generación eólica y solar, a los que se sumarían otros 14 bcm en ahorros energéticos.