- Irlanda del Norte cierra 2021 con grandes dudas sobre el impacto que seguirá teniendo el brexit y a la espera de que Londres y Bruselas lleguen a un acuerdo en 2022 para afinar el funcionamiento del controvertido Protocolo para la región.
Este mecanismo ha mantenido abierta la frontera entre las dos Irlandas, pero ha impuesto controles aduaneros a los bienes que llegan al Ulster procedentes de Gran Bretaña (Escocia, Gales e Inglaterra), con una nueva carga burocrática que ha provocado escasez de productos en la región y tensiones políticas.
El Reino Unido y la Unión Europea (UE) retomarán ahora sus contactos para abordar las soluciones propuestas por Bruselas, en lo que supone un reto para la nueva negociadora británica, la ministra de Exteriores Liz Truss, quien debe satisfacer las demandas de los brexiteros más duros, como el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), y evitar, al mismo tiempo, un fin abrupto de las negociaciones que ponga de nuevo sobre la mesa el fantasma de un brexit salvaje.
En sus primeras declaraciones tras suceder a David Frost este mes, Truss quiso transmitir que existe “continuidad” en la posición británica, como demuestra el hecho de que “mencionó intencionadamente” el Artículo 16, la cláusula del protocolo que permite a una de las partes suspender unilateralmente disposiciones que crea demasiado dañinas.
Mientras Londres y Bruselas siguen negociando, los partidos norirlandeses se preparan para las elecciones autonómicas. Aunque están previstas para la próxima primavera, podrían adelantarse si el DUP abandona el Gobierno de poder compartido con nacionalistas, tal y como ha amenazado en caso de que no haya cambios sustanciales en el protocolo.
Los unionistas, no obstante, no afrontan este año electoral desde una posición de fuerza. Están debilitados por los problemas que ha causado el brexit y por la fractura interna que provocaron las luchas por el liderazgo el pasado mayo.
En este contexto, el Sinn Féin podría convertirse, por primera vez, en la formación más votada y el DUP podría, incluso, verse adelantado por otros partidos unionistas, según algunas encuestas.