- Varias ONG y la comunidad LGTBIQ húngara anunciaron que desobedecerán la ley que vincula homosexualidad con pederastia y restringe hablar de la homosexualidad a los niños, que entró ayer en vigor en un nuevo choque entre el Gobierno ultranacionalista de Hungría y la Unión Europea. Amnistía Internacional de Hungría (AI) y la asociación Háttér por los derechos de la comunidad LGTBIQ simbolizaron esa rebeldía con el hinchado de un globo de diez metros de alto, en forma de corazón y los colores del arcoiris, frente al Parlamento húngaro.
El presidente de AI, Dávid Víg, prometió que su organización “no cambiará ni una letra” ni de sus programas educativos ni de sus campañas. “Justamente para que todos, los jóvenes y mayores, puedan vivir en Hungría de una manera digna, libre y siendo ellos mismos”, afirmó en un acto ante los medios. Por su parte, Luca Dudits, de la asociación Háttér, aseguró que “en las últimas semanas hemos visto que la comunidad LGTBIQ ha recibido un apoyo como nunca hasta ahora”.
Sin embargo, el Gobierno de Orbán aseguró que está preparado para defender la ley con todos los recursos legales. Su argumento es que la ley solo defiende los derechos de los menores y el de sus padres a decidir sobre la educación de sus niños. “Hungría no permitirá que, en vez de los padres, sean los autoproclamados apóstoles de la democracia liberal” lo que se ocupen de la educación de los niños, advirtió el Ejecutivo.