- Los líderes de Polonia, República Checa, Eslovaquia y Eslovenia cerraron filas ayer junto al jefe del Gobierno húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, en su enfrentamiento contra Bruselas y sobre lo que estos países consideran deben ser las prioridades de la Unión Europea. “Tenemos mucha suerte de que en este semestre Eslovenia presida la UE y de que (el primer ministro) Janez Jansa esté al frente del Consejo de la Unión Europa “, opinó Orbán al cierre de una cumbre el Liubliana entre esos cinco países.
Orbán, que preside actualmente el grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), acusó a las instituciones europeas de ocuparse de “temas equivocados” y al Parlamento Europeo de haber convertido el tema del imperio del derecho en una yihad. “El imperio del derecho es un asunto muy importante, pero en el Parlamento Europeo no deberían tergiversarlo en un instrumento político. El Parlamento Europeo ha hecho una yihad del impero del derecho y eso va en contra de la unidad europea”, declaró Orbán en rueda de prensa conjunta desde Liubliana.
Orbán respondió así a la petición de la Eurocámara para que la Comisión Europea rechace el acceso de Hungría a los 7.000 millones de euros que le corresponden del plan de recuperación pospandemia hasta comprobar que el dinero no va a “contribuir activamente a la violación de los derechos fundamentales en Hungría”.
La resolución, aprobada con 459 votos a favor, 147 en contra y 58 abstenciones, se refiere especialmente a la nueva ley húngara que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar a los menores sobre identidad sexual en escuelas y medios de comunicación.
Jansa, gran aliado de Orbán y que también tiene frentes abiertos con la Unión Europea, lo apoyó ayer en ese conflicto y dijo que hay líderes en Europa Occidental que no interpretan bien los derechos fundamentales que exigen a Hungría. Así, argumentó que entre los derechos fundamentales de la UE no solo está el de la no discriminación, sino también el de los Estados miembros a organizar la educación según sus propias creencias religiosas y culturales.