- La Comisión Europea (CE) emitirá hasta 800.000 millones de euros en deuda desde julio hasta finales de 2026, unos 150.000 millones al año, para financiar el fondo de recuperación destinado a relanzar la economía de la Unión Europea tras la pandemia de coronavirus.
El Ejecutivo comunitario presentó ayer su estrategia para movilizar un volumen de fondos sin precedentes en la historia de la UE, que se convertirá en uno de los principales emisores de deuda en euros, al nivel de los grandes Estados comunitarios, y en uno de los mayores emisores supranacionales del mundo.
Bruselas se prepara así para acudir a los mercados en cuanto todos los países hayan dado luz verde a la legislación que le permitirá emitir deuda usando como respaldo el margen de recursos propios del presupuesto comunitario.
De momento solo 17 de los 27 miembros la han ratificado en sus parlamentos -España, Croacia, Chipre, Eslovenia, Portugal, Francia, Bulgaria, Malta, Italia, Bélgica, Grecia, Luxemburgo, Letonia, Chequia, Dinamarca, Suecia y Eslovaquia-, mientras que en Alemania el proceso se ha paralizado por una demanda ante el Tribunal Constitucional, lo que hace temer que la activación del fondo se retrase. Esta ratificación es imprescindible para empezar las emisiones, pero el comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, se mostró “muy seguro” de que la Comisión tendrá la “maquinaria” lista en junio y podrá acudir a los mercados en julio.
Bruselas emitirá tanto bonos con distintos vencimientos de entre 3 y 30 años (a 3, 5, 7, 10, 15, 20, 25, 30 años) y letras con vencimientos inferiores a 12 meses y realizará tanto subastas como operaciones sindicadas.
La Comisión presentará sus planes de financiación cada seis meses a los inversores y creará una red de bancos intermediarios que apoyarán sus operaciones para colocar la deuda “entre una base de inversores globales” y asegurar liquidez en el mercado secundario, según Hahn. “Implementaremos una estrategia de financiación diversificada”, dijo el comisario.
La mayor parte del dinero captado, en concreto 723.800 millones (en precios corrientes), se destinarán a dar subvenciones y préstamos a los Estados miembros para financiar sus planes de recuperación, fondos que se irán desembolsando conforme estos vayan cumpliendo con las reformas e inversiones pactados con Bruselas.
Este “complejo calendario de desembolsos” explica también la apuesta por una estrategia de financiación flexible, según Bruselas, ya que las necesidades dependerán de la evolución de los planes.
Para 2021, la Comisión calcula que tendrá que captar entre 55.000 y 60.000 millones de euros que se destinarán sobre todo a dar la financiación por adelantado (un 13 % de su asignación total). Para esta prefinanciación se necesitarían unos 45.000 millones de euros que, según los cálculos de la Comisión, podrían captarse en dos meses ya que esperan poder obtener entre 15.000 y 20.000 millones de euros al mes en los mercados.
“Confío en que podemos pagar a los primeros (países) en julio y a los otros en septiembre”, dijo Hahn, si bien incidió en que esto dependerá de que envíen sus planes formalmente antes de finales de abril y sean aprobados, lo que puede llevar hasta tres meses. España, segunda beneficiaria del fondo con unos 140.000 millones de euros, prevé enviar dentro de plazo su plan.
Devolución. El principal y los intereses de la deuda emitida para el fondo de recuperación se devolverán a partir de 2026 y hasta 2058.
Bonos verdes. Este plan incluye un programa cuyos réditos son destinados a financiar actividades en favor del medio ambiente de hasta 250.000 millones de euros.