- El economista Mario Draghi, encargado de formar un Gobierno en Italia, ha conseguido sumar una amplia mayoría tras lograr el apoyo de los decisivos Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga y ahora deberá encontrar la manera de hacer convivir a unas fuerzas políticas tan heterogéneas.
Tras asegurarse el apoyo de todos los partidos, a excepción del ultraderechista Hermanos de Italia, a Mario Draghi le faltaba conocer ayer la posición del M5S y la Liga, los partidos con mayor representación parlamentaria y que eran determinantes para conseguir una mayoría. Por sorpresa, las iniciales posiciones reticentes o incluso negativas de ambas formaciones a un gobierno dirigido por el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) se disiparon ayer con sendas declaraciones de apoyo casi total a Draghi, a quien el jefe del Estado, Sergio Mattarella, ha encomendado la tarea de formar gobierno tras el fracaso político para solucionar la crisis abierta cuando Matteo Renzi se retiró de la coalición gubernamental. El líder de la Liga, Matteo Salvini, fue el primero que se reunió ayer con Draghi en los salones de la Cámara de los diputados y, tras media hora de diálogo, el ultraderechista se convirtió en un ferviente admirador del proyecto de Draghi al asegurar que tenían muchos puntos en común sobre “desarrollo, empresas, crecimiento” para “una Italia que debe volver a ponerse en marcha”. Salvini incluso aseguró que apoyaban sin condiciones el proyecto de Draghi. “Es un momento en el que por el bien del país se tienen que superar los intereses personales y los partidismos”, añadió.
También el M5S, que se había mostrado muy dividido sobre la oportunidad de entrar en el Ejecutivo de Mario Draghi, apareció compacto y dispuesto a formar parte del gobierno. Y para evitar que el movimiento se resquebraje reapareció el fundador de esta formación, el humorista Beppe Grillo, desaparecido de la escena política desde hace tiempo.
Aunque Grillo participó en la reunión con Draghi, no compareció ante la prensa y fue el jefe político del M5S, Vito Crimi, el encargado de anunciar la disponibilidad de la formación con mayor representación parlamentario, aunque matizando que tomarán una decisión definitiva la próxima semana cuando se sepa el programa de gobierno.
Crimi indicó al expresidente del BCE que el próximo Gobierno deberá basarse en la experiencia del pasado Ejecutivo, formado por el M5S, el Partido Demócrata, Libres e Iguales (LeU) e Italia Viva. “Es sobre esta base que debe formase este gobierno, solidario, europeísta y ambientalista”, dijo Crimi. Además, garantizó “lealtad” si se forma el nuevo ejecutivo y pidió “una mayoría política sólida que pueda sostener un Gobierno sólido”. El jefe político de los grillini recordó que no olvidan los actos que llevaron a la caída del Ejecutivo, en referencia a Renzi, pero que están preparados “para superar esto por el interés del país”. Para esta reunión, el M5S movilizó a toda “la familia” y antes de dialogar con Draghi se reunieron para unificar posiciones: Grillo, que había desaparecido de la escena política hace dos años; Davide Casaleggio, hijo del otro fundador del movimiento, Gianroberto; y Giuseppe Conte, actual presidente del Gobierno en funciones y que este jueves anunció que continuará ayudando al M5S.
Con la reunión con la Liga y el M5S, el ex número uno del BCE terminó su primera ronda de consultas y mañana lunes se reunirá con los representantes sociales y sindicatos. Luego habrá una segunda ronda rápida de conversaciones con los partidos, que se prevé más difícil, ya que tendrá que formar su equipo de gobierno bien sólo con tecnócratas, bien incluyendo también figuras políticas. Será entonces cuando los partidos, que en esta primera ronda han decidido que no les convenía quedarse fuera del Gobierno, comenzarán a plantear sus condiciones. El secretario del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Nicola Zingaretti, ya dijo por ejemplo que “PD y Liga son incompatibles” y agregó que “le corresponderá (decidir) al primer ministro encargado construir la mayoría”. Esta postura está en línea con lo que han opinado los progresistas de Libres e Iguales. Salvini, que había asegurado que no iban a poner condiciones tras las consultas, ya le ha puesto caducidad al nuevo Ejecutivo para ir lo antes posible a votar.
Casi todos los partidos abogan por un Ejecutivo mixto, por lo que Draghi tendrá la difícil misión de gestionar el peso de los partidos en la mayoría.