- El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, encargado de formar Gobierno en Italia tras el fracaso de Giuseppe Conte, deberá gestionar la partida del Fondo de Recuperación europeo en medio de una grave crisis económica, pero también afrontar una emergencia sanitaria que ha causado casi 90.000 muertos.
El primer quebradero de cabeza para Draghi, y el motivo principal por el que ha sido designado por el jefe del Estado, Sergio Mattarella, será la gestión de los 220.000 millones de euros de los fondos europeos, la principal preocupación en la UE.
La UE ha alentado a los Estados a presentar borradores del Plan de Recuperación antes de la fecha límite, el 30 de abril, y el Gobierno de Giuseppe Conte tenía previsto llevar su planes de gestión al Parlamento, pero Draghi podría saltarse ese paso. Draghi también tendrá que despejar si recurrirá al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), uno de los motivos que hizo saltar el Gobierno, pues el causante de la crisis, Matteo Renzi, al contrario de Conte, insistía en utilizarlo.
"Draghi no se ha expresado nunca de manera clara sobre el MEDE", explica Veronica de Romanis, docente de Economía europea en la Universidad Luiss y que trabajó con él durante su etapa como gobernador del Banco de Italia. En su opinión, en caso de que Draghi recurra a él, "partirá del método correcto: primero hacer un programa de cómo se utilizaran los fondos y después, ver dónde se pueden encontrar".
El mayor valor de Draghi -explica la economista- es su "mix de competencias". "Es un gran conocedor de la administración pública tras muchos años de gobernador del Banco de Italia; también conoce mucho la política porque durante su mandato hubo cambios continuos de ministros de Economía y fue él quien mantuvo las riendas; conoce Europa por el BCE y sabe comunicar a los mercados". Esto "tranquilizará a una Europa muy preocupada por la gestión de los fondos", añade la economista.
Para Antonio Zotti, profesor de Instituciones Europeas de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, "un Gobierno técnico liderado por una figura conocida, dotado de un apoyo no claramente identificable en el eje derecha-izquierda, es una solución prometedora".
Pero el profesor advierte de que, "sin embargo, a medio y largo plazo, muchos en Europa también son conscientes de los aspectos negativos de la solución técnica en la medida en que admite la incapacidad del proceso político normal para ofrecer soluciones".
El también exgobernador del Banco de Italia, de 73 años, firmó en marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia, un artículo en Financial Times sobre cómo los Estados tenían que lidiar con la crisis y que muchos consideran un programa de Gobierno.
Allí anticipaba que los Estados solo tenían la opción de producir deuda, pero una "deuda buena", y aplaudía medidas como la protección de los despidos o el aplazamiento del pago de los impuestos, aunque también abogaba por la ayuda de los bancos, "que pueden crear dinero al instante y abrir líneas de crédito".
Al formar gobierno, Draghi se encontrará con la solicitud de una nueva variación presupuestaria de unos 25.000 millones de euros prevista para financiar las ayudas a los sectores más afectados por la crisis.
El otro gran reto será la gestión de la covid y de las restricciones. El próximo 5 de marzo caduca el decreto que determina las restricciones en el país y el sistema de zonas de riesgo que hasta ahora se ha establecido, con cierres de actividades y limitaciones de movilidad.
Precedente tecnócrata con el Gobierno de Monti en 2011. El gran problema, como ya ocurrió con el Gobierno tecnócrata de Mario Monti, será "cuánto durará la mayoría" que apoye a Draghi al frente del Ejecutivo. Monti, elegido en noviembre de 2011 por el entonces jefe de Estado, Giorgio Napolitano, para sacar a Italia de la crisis económica, presentó su dimisión poco más de un año después de que el partido de Silvio Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), le retirase su apoyo. Por el momento, partidos como el Movimiento 5 Estrellas (M5S), el de mayor representación parlamentaria, y Hermanos de Italia ya han adelantado que no apoyarán a Draghi.