- El Partido Popular Europeo y el Fidesz de Orbán dan un paso más en su alejamiento. El principal partido de la Eurocámara ha decidido con el 95,7% de los votos apartar al líder de la delegación húngara después de que comparase a Manfred Weber, líder popular en el Parlamento Europeo, con la Gestapo, cuando daba un discurso sobre el Estado de Derecho.
El PPE insta a los de Orbán a reflexionar sobre sus “convicciones políticas”, pero pospone de nuevo la decisión final sobre la expulsión definitiva de sus treces eurodiputados.
El principal partido de la Eurocámara ha condenado “firmemente” las palabras del húngaro y ha decidido por el 95,7% de los votos -133 a favor; 6 en contra y 3 abstenciones- aislar a Deutsch con “efecto inmediato” por “comportamientos que no tienen cabida en la familia popular”. A partir de ahora, el político húngaro no podrá tomar la palabra en el Pleno ni ser ponente de un informe en nombre del PPE.
El Gobierno de Víktor Orbán continúa una tendencia autoritaria que ataca a las minorías en nombre de su “democracia iliberal”. Junto a Polonia secuestró durante dos semanas los presupuestos europeos negándose a que estuviesen vinculados a valores democráticos. Acaba de aprobar una ley que impide a las parejas homosexuales adoptar y el Tribunal de Justicia de la UE ha considerado ilegal su política de asilo y rechazo a la protección internacional.
A pesar de esto, los populares siguen sin dar el paso definitivo y mantienen a la delegación en sus filas. El PPE ha hecho un llamamiento a los eurodiputados del Fidesz para que reflexionen sobre si sus convicciones políticas “son compatibles con los valores del PPE”. La formación húngara lleva suspendida cerca de dos años del partido, que ha vuelto a posponer la decisión sobre la pertenencia por la covid.
Con su marcha, los democristianos perderían trece asientos en la Eurocámara. De momento, la CDU de Angela Merkel y su hermana alemana CSU son su salvavidas al resistirse a cortar los lazos con Budapest.