- La canciller alemana, Angela Merkel, visitó al líder opositor ruso Alexéi Navalni en el hospital berlinés de la Charité, donde recibió tratamiento durante 32 días por envenenamiento con un agente químico del grupo Novichok, así lo confirmó el Gobierno alemán. El portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, declaró ayer que el encuentro se produjo, Más tarde añadió durante una rueda de prensa: “No puedo decir nada, fue una visita personal”. Navalni confirmó este encuentro con un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.
En su edición digital, el semanario Der Spiegel informó de que la visita se realizó manera “estrictamente confidencial” y manifestó que con este “gesto inusual”, la canciller subrayó la solidaridad del Gobierno alemán con Navalni. Esta visita secreta es, según la publicación, una señal más de hasta qué punto Merkel se siente comprometida con el líder opositor, cuán poco dispuesta está a dejar pasar el caso y que no cederá hasta que se conozca el verdadero trasfondo de lo ocurrido. El mismo día en que Navalni fue ingresado en un hospital de la ciudad siberiana de Omsk tras sufrir un colapso durante un vuelo por un presunto envenenamiento, la canciller declaró que Alemania estaba dispuesta a ofrecer ayuda médica y asilo al líder opositor. Con Navalni ya en Alemania, y tras confirmase que había sido envenenado con un compuesto del grupo químico Novichok, la canciller advirtió a Moscú de una “reacción común adecuada” por parte de la Unión Europea y la OTAN y exigió al Gobierno ruso que aclarara los hechos. “Se plantean ahora preguntas muy graves que sólo puede y debe responder el Gobierno ruso. La situación de Alexéi Navalni ha despertado interés mundial. El mundo espera respuesta”, subrayó entonces, al tiempo que habló de un “crimen” que atenta contra “derechos y valores fundamentales”.
“Hubo una reunión pero no hay que llamarla secreta. Fue más bien una encuentro privado, como una conversación con la familia. Estoy muy agradecido con la canciller Merkel por haberme visitado en el hospital”, afirmó Navalni. Por su parte, su jefe de campaña, Leonid Volkov, señaló en una entrevista al grupo de comunicación alemán RTL/ntv que el líder opositor está “muy agradecido” a la canciller y a Alemania, y confirmó que desea regresar a Rusia para mantener su actividad política. Volkov expresó que el caso no debe quedar reducido al debate en torno a la continuidad o no del proyecto Nord Stream 2, el gasoducto que llevará gas ruso a Alemania por el fondo del mar Báltico. También se mostró convencido de que en una eventual conversación entre Navalni y Merkel, “probablemente hablasen de todo, pero no precisamente del gasoducto”. “Lo que ha ocurrido tiene una importancia tan grande. Es realmente importante que en el año 2020 Rusia haya envenenado a un opositor con un arma química. Eso es mucho más importante que un gasoducto”, afirmó Volkov. “Cambia la idea acerca de quién es realmente el señor (Vladímir) Putin, de qué cabe esperar realmente de Rusia y del Kremlin”, agregó, y reiteró su convencimiento de que detrás del envenenamiento de Navalni está el presidente ruso. El Ejecutivo de Rusia negó cualquier vinculación con el envenenamiento de Navalni y llegó a poner en entredicho que fuera envenenado.
Sobre su estado de salud, el jefe de campaña confirmó que se encuentra mejor y que su recuperación ha sido más rápida de lo esperado. Agregó que sigue en Berlín, pues a pesar de haber sido dado de alta la semana pasada, el tratamiento continúa, y que cuenta con vigilancia las 24 horas del día. Confirmó asimismo la intención de Navalni de regresar a Rusia, ya que “el tipo de actividad política que desarrolla no puede realizarla desde el extranjero”.