- La Unión Cristianodemócrata (CDU) defendió ayer su hoja de ruta para una sucesión ordenada de la canciller Angela Merkel, quien quince años después de alcanzar la Cancillería es la figura de referencia del momento y, a la vez, una líder en retirada. Por ello, el partido ha anunciado que elegirá a su próximo líder en diciembre.
“Si es posible, de la forma que sea, elegiremos nueva presidencia”, sostuvo la jefa de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer. Ella misma se convirtió en 2018 en sucesora de Merkel al frente de la CDU. Le habría correspondido luchar por la Cancillería, pero tiró la toalla hace unos meses, cuestionada como líder y comprometida a seguir en su puesto hasta solucionar la cuestión.
Se convocó un congreso en abril para resolver la papeleta, pero la pandemia obligó a cancelarlo. El asunto quedó así para el siguiente congreso regular, este diciembre; pero no está claro cómo se hará, ya que seguirá vigente el veto a los grandes eventos.
“El congreso de diciembre va a celebrarse”, afirmó también hoy el presidente del Parlamento Wolfgang Schäuble, quien en 1998 tomó las riendas de la CDU tras 25 años bajo el patriarca Helmut Kohl.
Schäuble ha sido el principal promotor de la candidatura al puesto de Friedrich Merz, derechista como él y rival histórico de Merkel. Su apoyo a este candidato se ve como una cuenta pendiente con la canciller, quien ascendió a jefa del partido en 2000 cuando él mismo tuvo que renunciar al puesto, salpicado por el escándalo de las cuentas secretas de la CDU bajo la era Kohl.
“La campaña por la Cancillería la ganará quien represente el centro”, apuntó este domingo el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, otro aspirante a presidir la CDU.
A Laschet, más centrista que Merz, se le consideraba el favorito a la jefatura. Pero varios deslices en la gestión de la pandemia en su land, el más poblado de país, han dañado su credibilidad.