- El Tribunal de Cuentas Europeo anunció ayer que ha comenzado sus trabajos para auditar el “diseño, implementación y efectividad” de la vigilancia presupuestaria a España y otros cuatro países tras los rescates financieros durante la crisis de la pasada década.
En un comunicado, los auditores europeos dijeron que su trabajo, que esperan concluir a mediados de 2021, revisará las misiones de vigilancia posprograma a Irlanda, Portugal, España, Chipre y Grecia, los cinco países que recibieron asistencia del fondo de rescate europeo tras la crisis financiera.
“La auditoría revisará si la Comisión adoptó las medidas relevantes donde fueron necesarias para permitir a estos Estados miembros mantener una posición económica y financiera sensata, y si aportó a los acreedores suficientes garantías en cuanto a la capacidad de devolución”, dijo el Tribunal de Cuentas.
En el caso de España, el Eurogrupo concedió el 9 de junio de 2012 una línea de crédito al país de hasta 100.000 millones de euros de ayuda directa a los bancos debido al desequilibrio de los balances de las entidades financieras por culpa de la burbuja inmobiliaria.
El caso español de ayuda financiera es diferente a los modelos griego, portugués, irlandés y chipriota, puesto que no se rescató a toda la economía del país.
Por ello el Eurogrupo no exigió condiciones de ajuste macroeconómico al Gobierno, ya que las medidas se limitaron sólo al sector financiero, pero se introdujeron requisitos en materia de gobernanza y un estricto seguimiento de la banca y de las reformas laborales y ajustes fiscales.
Las misiones de vigilancia posprograma tienen como objetivo asegurar que los Estados miembros que han recibido asistencia pueden devolverla, evaluar su situación económica, financiera y fiscal e identificar “riesgos a su viabilidad a medio plazo”.
Los auditores dijeron que intentarán tener en cuenta el impacto de la crisis del coronavirus sobre las finanzas públicas de estos cinco países y su capacidad de devolución de los préstamos.