Londres -Boris Johnson fracasó ayer por tercera ver al intentar convocar elecciones anticipadas. El primer ministro ganó la votación por 299 a 70 votos, pero se quedó lejos de los 434, dos tercios de la Cámara de los Comunes, necesarios para adelantar los comicios en Reino Unido. “No voy a permitir que continúe esta parálisis. De un modo u otro debemos seguir adelante con las elecciones (...). Esta Cámara no puede seguir teniendo al país como rehén» ha afirmado Johnson, que ha calificado al Parlamento como un órgano disfuncional”, defendió el líder conservador.
Para Johnson, ha llegado el momento de que los votantes puedan pronunciarse sobre el acuerdo y reemplacen este Parlamento disfuncional por uno nuevo que pueda sacar adelante el brexit y que el país pueda avanzar.
El Partido Laborista, principal partido de la oposición, optó por abstenerse, haciendo inviable en la práctica que saliera adelante. Su líder, Jeremy Corbyn, indicó que desde su formación “estudiarán y analizarán” la propuesta, si bien su principal preocupación es evitar un brexit sin acuerdo.
Lejos de darse por rendido, Johnson anunció que hoy intentará de nuevo convocar elecciones el 12 de diciembre, a través de una ley que permite un atajo legal y que sólo requiere conseguir una mayoría simple y no mayoría parlamentaria.
Muchos especulan con la posibilidad de que tanto los liberaldemócratas como el Partido Nacionalista escocés (SNP) podrían apoyarle si los comicios se celebraran el 9 de diciembre. Según los cálculos de ambos partidos, esa fecha evitará cualquier posibilidad de que se apruebe el acuerdo brexit del primer ministro antes de que se disuelva el Parlamento, ya que se necesita un mínimo de 25 días hábiles antes de la fecha de una elección para permitir que se realicen suficientes preparativos.
Por el momento, el gobierno anunció que detiene su campaña instando al público y las empresas a “prepararse para el brexit” el 31 de octubre. Según los informes, el bombardeo publicitario en las redes sociales, vallas publicitarias y televisión ha costado 100 millones de libras al bolsillo de la ciudadanía británica.
Corbyn lo tildó de ser “100 millones de libras de dinero público mal utilizadas”, preguntándose cuántas enfermeras podrían haber sido contratadas en el sistema sanitario público (NHS, por sus siglas en inglés), cuántos bancos de alimentos podrían haberse visto financiados con ese importe económico o cuántos paquetes de asistencia social podrían haberse financiado para los ancianos británicos.
Una fuente del número 10 de Downing Street apelaba a la necesidad de que Londres tenga un nuevo parlamento para Navidad para así poder terminar el brexit en enero y que el país “pueda seguir adelante”. En esa línea, al abrir la sesión del debate de ayer, Johnson reconocía ante los Comunes que no creía que fuesen “capaces de cumplir con las prioridades de la gente, ya sea que eso signifique brexit o cualquier otra cosa”.
Para el primer ministro, llegados a este punto, los británicos pueden ver la realidad y son sabedores de que los parlamentarios no están interesados en “examinar el brexit o en debatirlo”, pues en su opinión, solo quieren retrasar el brexit y cancelarlo. - R.A. Tudela