Berna - La peculiar democracia de Suiza, donde cuatro partidos de derecha e izquierda gobiernan en coalición desde hace 60 años, celebra mañana unas elecciones donde la relación con la Unión Europea (UE) y las políticas para luchar contra el cambio climático han presidido la campaña.

Más de cinco millones de suizos están llamados a las urnas para elegir a los 200 miembros del Consejo Nacional (cámara baja) y los 46 del Consejo de los Estados (cámara alta), en unos comicios donde los sondeos prevén que los conservadores de la Unión Democrática del Centro (UDC) volverán a ser la formación más votada. Las encuestas vaticinan que en el fragmentado mapa político suizo la UDC del actual presidente, Ueli Maurer, obtenga alrededor de un 27% de los votos, mientras que el Partido Socialista Suizo de la vicepresidenta Simonetta Sommaruga sea el segundo con un 18%.

La UDC ha protagonizado un giro populista todavía más a la derecha durante la campaña, con un discurso crecientemente nacionalista y enfrentado a la UE en un momento de difíciles negociaciones entre Berna y Bruselas en torno a un acuerdo que adapte el conjunto de sus pactos bilaterales a la evolución del derecho europeo. Ha llegado a mostrar en polémicos anuncios electorales a la UE y a los partidos más propensos a aumentar su relación con ella como gusanos ansiosos de devorar una manzana, a modo de metáfora de la Suiza de Guillermo Tell. - Efe