Berlín - La canciller alemana, Angela Merkel, hizo alarde ayer de solidez, física y política, por encima de las especulaciones sobre su estado de salud y tras una semana intensa en que Alemania recuperó, tras 50 años, la presidencia de la Comisión Europea (CE). “No hay un dominio alemán. Y se demuestra día a día. Las decisiones se adoptan por consenso o por mayoría cualificada. Alemania no decide nada por sí sola”, zanjó Merkel, a una pregunta sobre una presunta superioridad alemana, formulada en su conferencia de prensa antes del receso vacacional, de 90 minutos.

Alemania llevaba más de cincuenta años sin presidir la CE -el único precedente es Walter Hallstein, en el cargo entre 1958 y 1967-, recordó Merkel, y la elección ahora de Ursula von der Leyen fue adoptada tras la designación de los líderes de la UE y el voto del Parlamento Europeo.

“Estoy muy satisfecha de que se lograra evitar un conflicto entre las instituciones”, afirmó, para asegurar que la elección de Von der Leyen “es una buena noticia para Europa”, ya que garantiza la “operatividad” de la CE. Merkel admitió, a reiteradas preguntas en esa dirección, que previo a la votación -que Von der Leyen ganó por escaso margen- hubo llamadas telefónicas “con todos los líderes europeos” y también colegas de otros partidos de la familia conservadora. “Eso no me parece que sea un absurdo”, explicó, cuestionada sobre esa práctica, en relación al decisivo apoyo recibido por la candidata alemana de parte de Polonia y Hungría, países a los que debería su elección.

A la marcha a la CE de Von der Leyen, hasta esta semana ministra de Defensa y persona muy cercana a Merkel, siguió otro cambio fundamental: el ingreso de la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, en la gran coalición para ocupar la vacante dejada en esa cartera.

Kramp-Karrenbauer, apodada AKK, asumió la jefatura de la CDU el pasado diciembre, hasta ahora no ha cuajado como líder en el partido que desde 2000 presidió Merkel y se considera que su incorporación al Gobierno debe empujarla a sucederla algún día como canciller.

La decisión de si AKK será la candidata del bloque conservador para luchar por la Cancillería en las siguientes generales, “compete a la Unión” y se adoptará “a su debido tiempo”, indicó. Los sondeos no favorecen ahora mismo a AKK, que además de no haber consolidado su liderazgo en la CDU tampoco goza de una buena valoración entre el electorado, una situación de debilidad que ha disparado las expectativas a favor de Los Verdes.

Merkel insistía en que su propósito es culminar el actual mandato, que es el cuarto, y que no optará a un quinto ni a ningún otro cargo.

Los reiterados temblores físicos sufridos las últimas semanas desataron las especulaciones sobre una retirada más o menos cercana, lo que la incorporación de AKK al equipo del Gobierno parece refrendar.

“Bien, me siento bien”, respondió la líder alemana ante su concurrida conferencia de prensa, donde la primera cuestión respecto a su estado de salud surgió solo al cabo de unos 45 minutos. “Entiendo que me pregunten sobre mi salud”, añadió Merkel, para mantenerse en su posición de no dar más explicaciones, como ha hecho estas semanas, sea personalmente o a través de alguno de sus portavoces. “Me conocen desde hace un rato”, dijo, tras aludir a su reconocido “sentido de la responsabilidad” y al hecho de que adoptaría las medidas oportunas, de no estar en condiciones de seguir en el cargo.

Los temblores de la canciller han suscitado cierto debate sobre la necesidad o no de que Merkel informe sobre su estado de salud, una cuestión que parece interesar más fuera de Alemania que en el propio país. Según un sondeo semanal de la televisión pública alemana ZDF, un 80% de los ciudadanos alemanes considera que eso es un asunto privado de Merkel y apenas un 19% exige una mayor transparencia.

Su larga comparecencia ante los medios fue un exponente de ‘Merkel en estado puro’, respondiendo a cualquier cuestión planteada sin titubeos, con una única excepción: dónde pasará sus vacaciones. “Ustedes conocen la respuesta”, se limitó a responder, en alusión a la práctica de no dar detalles de algo que cae también en la esfera de lo privado y para recordar que éste donde éste “siempre sigo de servicio”.

La próxima semana Merkel estará aún en Berlín, ya que asistirá a la toma de posesión de AKK en el Bundestag (Parlamento federal).