Berlín - El neonazi Stephan Ernst confesó el asesinato del político local alemán Walter Lübcke, informó ayer el ministro de Interior, Horst Seehofer. “El fiscal general nos ha informado de que el presunto asesino ha confesado”, dijo Seehofer a la prensa tras una sesión a puerta cerrada de la comisión de Interior del Parlamento Alemán (Bundestag). “Nos alegramos de ese éxito pero para nosotros con ello las investigaciones no han terminado. Tenemos que seguir trabajando para determinar si hubo cómplices”, añadió. Seehofer dijo que aunque Ernst asegura haber actuado solo eso no cierra el caso.
En la sesión de la comisión de Interior, dedicada exclusivamente al caso Lübcke, participaron, además de Seehofer, el fiscal federal Peter Frank, el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Thomas Haldenwang y el presidente de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), Holger Münch. Lübcke fue asesinado en su casa entre el 1 y el 2 de junio de un disparo en la cabeza. La policía encontró rastros de ADN que los llevó a la pista de Stephan Ernst, un personaje perteneciente al mundillo de la extrema derecha en el estado federado de Hesse (centro de Alemania).
Lübcke, perteneciente a la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, se había convertido en una figura odiada por la ultraderecha por su actitud de defensa de los refugiados. En 2015 Lübcke había respondido a insultos durante un acto diciendo que quienes no compartían ciertos valores humanitarios estaban en libertad de dejar el país.
El asesinato de Lübcke ha revivido en Alemania el debate sobre la violencia ultraderechista. En las investigaciones sobre el asesinato se ha conocido que el nombre de Lübcke estaba en una lista de posibles objetivos del grupo terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU). - Efe